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Nuestra Gente

La balada tiene su templo

Realmente fue un accidente. Ni siquiera el mismo dueño pensaba que se iba a convertir en el templo de la balada, en un rincón para soñar y recordar. Fabio Olaya había coleccionado acetatos de Nicola Di Bari, Toto Cotugno, Pepino Di Capri,Piero, Yuri, Sabú, Los Terrícolas, y muchos más, como una afición personal.

Un día decidió montar un café tipo inglés en pleno centro de la ciudad,en la cuadra desde donde se divisa la Plaza Cívica, el Palacio de Justicia, la Alcaldía y la Gobernación.

Allí pensaba reunir a abogados, funcionarios, empresarios, estudiantes y periodistas que comúnmente visitan la zona, alrededor de una bebida caliente y del diálogo, acompañado por algunos temas de sus desempolvados discos.

Una a una fue poniendo las canciones de su predilección, conservando siempre el respeto por la balada tradicional.Los clientes se fueron haciendo fieles, ya no sólo los atraía el café, sino el ambiente y las melodías que se desprendían de los bafles estratégicamente ubicados.

San Mateo, fue el nombre que le puso hace once años a aquel rincón romántico.

La revolución de la plancha

Así nació en la ciudad una pasión especial por la música de Camilo Sesto,Los Iracundos, Rafael, Vicky, Leo Dan, Sandro, Mocedades, y muchos otros, que en los años 60 y 70 hicieron vibrar a varias generaciones.

Ellos, de la mano de Fabio Olaya, se quedaron anclados en este terruño, devolviendo la película a miles de personas en torno a amores y deseamores, alegrías y tristezas e imborrables recuerdos de una época que se niega a morir y que cada día está más vigente.

En los estantes musicales de San Mateo reposan miles de canciones que con tino se van soltando noche a noche y que vanatrapando los sentimientos de quienes vivieron una época de oro.

“Aquí he visto cómo se han materializado matrimonios, que han nacido con esta música”, recuerda Fabio.

Ta m b i é n han brotado lágrimas de muchas personas que llegan con ganas de desahogarse o que con el transcurrir de la noche y uno que otro trago en la cabeza, dejan que su corazón se abra al compás de un tema de Leonardo Favio, Nino Bravo o Leo Dan.

El antiguo café tipo inglés se fue convirtiendo en un baúl de recuerdos, de añoranzas, de remembranzas y de sentimientos. En sus cuatro paredes no sólo se han escuchado las voces de los protagonistas sino han estado presentes artistas como Manolo Galván, Nelson Ned, Jeanette, quienes durante sus visitas a Bucaramanga han querido reencontrarse allí con sus fieles seguidores.


Tema a tema

La adquisición de la música se fue haciendo lentamente y aunque se han ido pasando a CD y memorias usb conservan ese sabor de lo antiguo, dela balada clásica que hoy se conoce como música para planchar. Uno de los mejores negocios del propietario de San Mateo fue cuando lelogró comprar a la cadena Todelar una colección de casi 6 mil discos variados, en los que incluso se destaca una carátula de Rocío Durcal en la que podría tener 16 años. “La música es un tesoro invaluable que es de todos, porque incluso ahora grupos de jóvenes llegan a este negocio y disfrutan de las baladas”, sostiene Fabio Olaya.

Hace tres meses San Mateo abrió una nueva sede en Cabecera buscando acercar la música a más público. Sin embargo, la vieja casona de la carrera 12 sigue cautivando a muchos aficionados a la plancha que saben valorar el tesoro musical que allí se alberga.

Fabio Olaya es un fiel seguidor de la balada. En su negocio San Mateo conserva acetatos de artistas como Jeannette, quien durante una visita a esta ciudad la autografió una carátula.

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