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Luis Fernando Cote Peña: Judoca, político y muy familiar

Este deporte marcó su vida.

Luis Fernando Cote Peña tiene vivos en su mente muchos recuerdos de infancia y juventud, que le han marcado su vida.

Hijo de un activista liberal como Gustavo Cote Uribe y una ferviente conservadora, Merceditas Peña de Cote, este exalcalde y aspirante a la Gobernación de Santander de 48 años, creció en la calle 53 con 21 cerca de un campamento de gitanos.

Sus primeros años los disfrutó viendo ampliar la carrera 27, escuchando historias del avión que se accidentó en Pan de Azúcar y pescando mojarras en Lagos del Cacique.

Como miembro por aquel entonces del grupo scout de Colombia se dejaba caer por los bambúes de La Floresta y le encantaba pasearse por Cabecera, y recorrer lo que quedó del Ley tras el incendio en la década del 70.

Estudió kínder en un liceo cerca de casa, luego hizo primero, segundo y tercero en el Marco Fidel Suárez, para pasar después al Instituto Caldas donde era conocido como el gordo Cote.

En la Santo Tomás fundó el periódico Eco Jurídico que circulaba semestralmente y que alcanzó a tener varias ediciones.

De la mano firme de su profesor de educación física Atahualpa Ibarra y de las largas caminatas que a diario hacía entre La Concordia y Cabecera fue que terminó siendo el flaco Cote.

Justamente esas caminatas por las calles del sector fueron las que le permitieron observar con atención aquella zona verde que había detrás del colegio La Presentación que años más tarde, cuando fue alcalde, cristalizó como el parque La Flora.

Deportista y pichón liberal

El pertenecer a una familia con raíces políticas le dio alas para que a las 14 años creara el Comando Juvenil del Partido Liberal, que lo vio celebrar sus quince años justo el día de la elección presidencial de Julio César Turbay Ayala.

Pero no sólo la política se había incrustado en su corazón, también el deporte.

Luis Fernando Cote Peña entrenaba judo con rigurosidad, lo que le permitió ganar varias medallas para Santander.

Este deporte marcó su vida.

Por él, no pudo estudiar Derecho en la Unab, pero pudo conocer a su esposa.

El día que tenía que inscribirse en la facultad estaba disputando un título en juegos nacionales.

Por esa razón debió acudir a la Santo Tomás, donde tuvo una nueva visión política guiado por profesores como Raúl Pacheco, Juan Gabriel López o el mismo Alejandro Ordoñez Maldonado, hoy Procurador General de la Nación.

Esas enseñanzas sumadas a las que había tenido de parte de la familia Ardila Duarte y de personalidades como Alfonso Gómez Gómez le dieron una visión más integral del pensamiento humano.

En la Santo Tomás fundó el periódico Eco Jurídico que circulaba semestralmente y que alcanzó a tener varias ediciones.

En él logró imprimir entrevistas con Luis Carlos Galán Sarmiento o Andrés Almarales del antiguo M-19.

Su infancia escolar, su juventud como deportista y la compañía de sus padres y hermanos, enmarcaron su formación.

Luis Fernando Cote Peña y su esposa Erika Ottens.

Sus hijos Sara Teresa y Luis Fernando.

El amor de Erika 

Luis Fernando Cote Peña tiene vivos en su mente muchos recuerdos de infancia y juventud, que le han marcado su vida.

Pero la más grande conquista de este aguerrido dirigente ha sido su esposa: Erika Ottens.

Ella le ha servido de compañía, de soporte y le ha dado sus dos más grandes tesoros: sus hijos Luis Fernando y Sara Teresa.

 A Erika la conoció a través del judo cuando en un evento la vio y quedó encantado. Incluso sin haber cruzado palabra con ella, le dijo a un amigo que esa mujer sería su esposa.

Hoy completan 22 años de matrimonio.

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