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“Se entrena para ser guerrero, no para ser competidor”

Miguel les dice a sus alumnos y a sus padres que en su escuela van a aprender a conocer sus debilidades y fortalezas. - Nelson Díaz  / GENTE DE CABECERA

Miguel les dice a sus alumnos y a sus padres que en su escuela van a aprender a conocer sus debilidades y fortalezas.  (fotos Nelson Díaz / GENTE DE CABECERA)

 

A Luis Miguel Reyes la vida le dio la oportunidad de ser un destacado deportista… y sí que ha sabido aprovecharla.

Tiene 47 años y la lista de eventos en los que ha participado en varias disciplinas de artes marciales es bastante larga.

Esto le dio hace nueve años el valor para montar su propia escuela a donde llegan diariamente niños y jóvenes con grandes aspiraciones.

Esta bumangués supo desde muy pequeño que el atletismo, el baloncesto y otros deportes como levantamiento de pesas podrían practicarse con más facilidad si se alternaba con las artes orientales.

“Empecé desde 1978 con el hapkido, una disciplina marcial koreana y luego seguí con otras áreas de defensa personal. Recuerdo que mis primeros profesores fueron Yesid Baron y Niun Kium Lee, en Bucaramanga y luego continué en 1982 preparándome con el maestro César Forero”, explicó.

Recuerda también que otras de sus competencias destacadas fueron en 1984 y en 1992 cuando peleó contra Rolando Forero por el Título Latinoamericano de Full Contact, evento realizado en Sogamoso, Boyacá.

La variedad de disciplinas de combate continuó ese año cuando empezó a entrenar kick boxing con Orlando Benavidez, colombiano y Campeón Americano 1990.

Y su más reciente incursión fue en el Muay Thai Boran con el Club Kru, de Gustavo Adolfo Pérez, reconocido instructor y representante para Centro y Suramérica de esta disciplina.

El aprendizaje de la vida

Esta figura deportiva tiene cuatro hijos de los cuales dos siguieron sus pasos. Actualmente Miguel estudia Educación Física en Unipamplona.

Esta figura deportiva tiene cuatro hijos de los cuales dos siguieron sus pasos. Actualmente Miguel estudia Educación Física en Unipamplona.

Ya cumple nueve años de ser el profesor y director del Club Tae, ubicado en Cabecera.

Allí día a día además de impartir técnicas de golpes en estas disciplinas, orienta a los jóvenes en el deporte espiritual, pues este deportista es también judío.

“Estas artes dan destreza, disciplina y respeto y no hay impedimento para quien quiera empezar a practicarlas. No se necesita tener una habilidad física en especial ni creer que de aquí van a salir siendo ganadores en una pelea callejera. No, así no es. Aquí se recuerda que la única limitación que tenemos para cumplir lo que queremos es la mental, ahí están las barreras, porque he tenido alumnos sin brazos y hata les falta una pierna, sin embargo han hecho grandes cosas”, explicó sobre las experiencias en su academia y en deportes que a su parecer les falta más apoyo institucional para participar en certámenes nacionales.

“La idea es preparar gente espiritualmente, si no es así no está preparado para nada. Constantemente la vida es un reto. Ahí está la clave, en saber que no somos indispensables y en afrontar las diferentes situaciones que la vida nos pone y aprender de ellas”, concluyó.