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Andrés Oróstegui: arquitecto de jardines

 

Andrés Oróstegui tiene más de diez años de experiencia en este tipo de decoraciones exteriores e interiores

Andrés Oróstegui tiene más de diez años de experiencia en este tipo de decoraciones exteriores e interiores.

En un cementerio inició el gusto por las plantas que hoy tiene a Andrés Felipe Oróstegui Prieto en el peldaño más alto del buen gusto y la elegancia.

Fue en Jardines La Colina, viendo el trabajo de los jardineros y el cuidado de ellos con las plantas y los prados cuando nació en este exalumno de la Universidad Santo Tomás su gusto por los jardines.

Allí, además de tomar fuerzas para independizarse y montar su propia empresa, encontró en María Carolina Rozo el perfil que necesitaba no solo para que fuera su esposa, sino la compañera fiel para montar su negocio.

“Salí del San Pedro y me fui a la Javeriana a estudiar Ingeniería Civil, pero luego me di cuenta que lo mío era la Arquitectura, por eso me devolví para Bucaramanga donde terminé la carrera”, dijo el empresario de 41 años.

Entonces tuvo varios trabajos, entre ellos con la marca Corona y luego en el cementerio Las Colinas durante 5 años y de donde salió la idea de Casa Ambiente SAS.

Su trabajo se empezó a dar a conocer cuando apenas a Colombia llegaban los primeros diseñadores de jardines exteriores siendo Medellín y Bogotá los pioneros en el tema.

“El calentamiento global y las múltiples campañas del medio ambiente han movido a los constructores que ahora piensan en dejar en sus diseños espacios para jardines y zonas verdes. Hace cuatro años llegaron a Bucaramanga los primeros jardines verticales y ahora vemos varios”, comentó.

Y así es. Estas jardines los vemos en sitios como el Centro Comercial Parque Caracolí que tiene en el exterior varios estilos lineales y paredes, en Metropolitan Business Park y en varios restaurantes y discotecas de Cabecera que encuentran en estos espacios un ambiente que relaja y agrada al visitante.

Y aunque es un estilo decorativo con costos altos, algunos empiezan a tenerlos en sus casas, patios y rededores de piscinas familiares.

“Hay mil formas de hacerlo y el valor depende de la estructura base, de la automatización del riego y de las plantas, de pendiendo de eso se parte del precio por metro cuadrado que puede estar entre $200 mil u $800 mil, por ejemplo hemos hecho en casas en Ruitoque que han costado hasta $28 millones de pesos. Lo importante es hacer un trabajo que perdure y que si se requiere se puede trasladar a otro sitio del predio sin ningún problema, conservando siempre la forma y el diseño que dan las plantas”.

Aunque son pocas las personas que pueden invertir en esto, sí lo hacen constructoras como Marval y Consuegra Santos, que son unos de sus mejores clientes.

En sus diseños incluyen no solo jardines externos sino en sitios como el lobby, las terrazas y zonas húmedas.

“Hay de todos los gustos, en los interiores se ve hermoso pero requiere más cuidado por la perfección de los desagües mientras que en exteriores el sol ayuda bastante al desarrollo normal de la planta.

Por ahora Andrés trabaja junto a sus 14 jardineros en el Centro Empresarial Natura y está en negociaciones para poner su buen gusto en Acualago.

Esto mientras Bucaramanga sigue teniendo paredes con plantas colgantes que muy seguramente fueron puestas por las manos de este arquitecto.

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