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Columnistas

… Y así solucionaríamos algunos problemas de movilidad (3)

Por Saúl Angarita Jaimes

Ya para finalizar con el tema de los problemas de movilidad de Bucaramanga y las soluciones, hablábamos de que los diseñadores no pueden olvidar las limitaciones viales que existen.

Estos profesionales que piensan la ciudad deben orientar sus esfuerzos, con visión futurista, a contener en las afueras y en las carreteras que llegan a la meseta todos los vehículos de otros municipios que quieran ingresar a la ciudad, en razón a la falta de espacio.

Esto se viene aplicando con éxito en otros países y sería mediante la construcción de grandes y cómodos aparcaderos (áreas de estacionamiento); desde allí se podría utilizar un sistema integrado de transporte efectivo, cómodo y seguro para que las personas lleguen a sus destinos y luego regresen a tomar el vehículo que los conducirá a su sitio de procedencia.

Aquellos que no puedan dejar su vehículo en el aparcadero deberán pagar un peaje por congestión y contaminación de la meseta. Esto impulsa el uso de la bicicleta, va a favorecer al sistema integrado de transporte actual, va a evitar la piratería del transporte vehicular, etc.

Otras opciones para descongestionar las áreas colapsadas es mediante la descentralización de las zonas de actividad comercial conformando distritos en sitios alejados.

Esta idea de construir aparcaderos en las afueras de la meseta se podría aplicar dentro de la meseta para evitar los problemas que ya se tienen y en razón al crecimiento vehicular dentro de la ciudad.

Las zonas de estacionamiento a manera de anillo se pueden ubicar en sitios estratégicos para regular el ingreso de automotores a las áreas de alta congestión, facilitando medios de transporte eléctrico para los interesados, bicicletas, tranvías, etc. Esta clase de soluciones sí beneficiarían a toda la comunidad porque ofrecen una mejor calidad de vida, mejor calidad del aire y menos accidentalidad.

Con un tráfico controlado dentro de la meseta y menos caótico se facilitaría construir en Bucaramanga pasajes peatonales, haciéndola una ciudad más amable con sus residentes y visitantes porque facilitaría la visita de los sectores turísticos, históricos, culturales, artesanales y comerciales, con menos riegos de accidentalidad, libre de ruidos y contaminación ambiental, para convertirla, ahí sí, en una ciudad modelo y sostenible.