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Columnistas

Semana Santa, el tiempo de la alegría

GENTE DE CABECERA

Pbro. Hoower Cajicá Remolina.

Por el Pbro. Hoower Cajicá Remolina- Vicerrector de Pastoral UPB

Semana Santa constituye para muchos una oportunidad para alimentar la vida espiritual, para otros, un espacio propicio para el descanso y el ocio, y para otros tantos, sencillamente unos días más.

Debe ser ante todo un tiempo de encontrarnos con el Otro (Dios) y con los otros (nuestros hermanos), es un tiempo para amar, para reconciliarnos, para compartir lo sencillo y hermoso de nuestra cotidianidad.

Es un tiempo de esperanza, es tiempo de reflexionar el sentido profundo de nuestra vida. Sentido que alcanza su plenitud en Dios, quien trasciende toda realidad terrera y efímera, quien nos brinda no solo vida, sino vida eterna.

En este sentido se hace necesario que contemplemos el misterio pascual, por que “Tanto amó Dios al mundo, que a pesar de la desobediencia, envió a su propio Hijo (Jn 3, 16), el cual se hizo todo semejante a nosotros, menos en el pecado (Heb 4, 15)”.

Se iniciaba de esta manera nuestra reconciliación definitiva con Dios Amor. Esta reconciliación alcanzó su culminación en el misterio pascual del Señor Jesús, es decir, su pasión, muerte y resurrección de entre los muertos.

Pascua significa paso de la muerte a la Nueva Vida. De esta manera, con su muerte destruyó nuestra muerte y con su resurrección restauró nuestra vida.

Es tiempo de reconocer en Dios nuestra Salvación, nuestra esperanza y de poder alcanzar la felicidad, esa que todos buscamos, pero que cimentada en los criterios de este mundo, siempre está propensa a terminar, a destruirse.

Por ello es necesario cimentar nuestra búsqueda de la felicidad en Dios, un Dios amor, un Dios que nos invita a compartir y a amar, un Dios que nos da la alegría que persevera aún en las dificultades, enfermedades y problemas.