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¿Qué pasa?

Lotes abandonados, un problema ‘de engorde’

Aunque este lote de la carrera 34 con calle 35 está encerrado, genera molestias a algunos vecinos, pues los habitantes de calle se las ingenian para entrar y usarlo como baño público.

Las quejas por los problemas que traen consigo el abandono de lotes y casas son interminables.

Vecinos de la comuna 12 coinciden en decir que estos sitios se convierten con el tiempo en basureros y resguardo de indigentes.

“En uno lote que hay en la carrera 34 con calle 35, los habitantes de calle llegan a hacer sus necesidades fisiológicas y los olores que se producen no solo al pasar por allí, sino en nuestros apartamentos, son insoportables”, indicó Daniel Rojas.

Lo mismo dice una residente del mismo barrio, El Prado, por una casa esquinera, en la calle 36 con carrera 34.

“Hace poco encerraron la casa abandonada que hay allí, que durante mucho tiempo fue dormitorio de indigentes y baño público. Ahora, aunque disminuyó un poco el problema, se ve que hay bastante maleza alrededor. ¿Quién la limpia?”, dijo Ana Benítez.

Precisamente esta es una de las inquietudes de los vecinos de predios abandonados: la maleza que se genera alrededor. Tal es el caso del terreno ubicado en la calle 36 cono carrera 33, esquina, que aunque está encerrado, a su alrededor ha crecido la maleza, degradando el panorama del sitio y prestándose para que las mascotas dejen allí sus heces.

La maleza y el pasto crecen alrededor de los lotes abandonados, convirtiéndose en focos de inseguridad.

“Ante estos casos se hace la visita y se debe analizar primero si la maleza está en el antejardín o en el jardín aledaño a la vía. Si está en el antejardín es responsabilidad del propietario retirarla, pero si está en el orificio de la vía le corresponde a la autoridad ambiental responsable, en este caso el Área Metropolitana de Bucaramanga. Este manejo de rocería debe entonces solicitarse ante la subdirección ambiental, que debe dar respuesta sobre la limpieza. Lo que sí es claro es que el Municipio no puede intervenir un predio que no sea propiedad de ellos”, indicó un funcionario de la Administración Municipal.

Además de la contaminación que se produce en estos predios abandonados por sus propietarios, hay otros problemas como la proliferación de roedores, de aguas estancadas que permiten la multiplicación de zancudos y mosquitos, sirven para que los delincuentes se escondangenerando así más inseguridad y un problema mayor que es el punto negro que aporta al paisaje urbanístico del sector, uno de los más desarrollados de la ciudad.

Reynaldo Álvarez, arquitecto especialista en Gerencia de Proyectos de Construcción, dice que es degradante el aporte que se le hace a Cabecera con el abandono de estos lotes.

“No marca ningún perfil urbano pues son lotes baldíos. Si están en Pan de Azúcar no hay mucho problema pues se pueden confundir con las zonas verdes que rodean el barrio, pero en la parte baja de Cabecera sí afecta muchísimo. Urbanísticamente es un atentado para el urbanista, para los vecinos que salen a caminar y para quienes visitan la ciudad”, comentó el profesional.

El procedimiento

Esta casa está abandonada hace varios años y solo hasta hace más de un año se logró que la encerraran.

Uno de los pasos para evitar la problemática anteriormente mencionada es encerrar el predio para evitar la invasión, ya sea con personas o con basuras y escombros. En primera instancia la debe realizar el dueño del predio.

En muchos casos son los vecinos quienes lo ubican para solicitarle dicha acción. Si no lo logran, lo recomendable es presentar la queja o requerimiento ante la Secretaría de Planeación de Bucaramanga, y allí los funcionarios se encargarán de buscar al propietario.

“Se busca el folio de matrícula y si aparece la dirección de residencia del propietario se le notifica y se inicia el proceso, solicitándole que hagan el respectivo encerramiento del lote. Si no aparece su ubicación, no se logra establecer un contacto o sencillamente lo recibió pero hizo caso omiso, se remite a la Secretaría de Infraestructura que finalmente hace el encerramiento. Luego se hace un cobro coactivo que se recarga al impuesto predial que el propietario del terreno debe pagar anualmente. Este proceso pasa entonces a manos de la Secretaría de Hacienda”, dijo Gloria Pradilla, de la oficina del Plan de Ordenamiento Territorial, de la Secretaría de Planeación de Bucaramanga.

Aunque como menciona la funcionaria, la obra de encerramiento la puede hacer el Municipio, esto sale más costoso que si la hiciera el mismo dueño del lote, esto debido a los costos. Es decir, al propietario le puede costar $1 millón mientras que al Municipio $2.500.000, por todo el proceso legal y jurídico que ello implica.

Los alrededores de la mayoría de estos lotes son nichos de basura y contaminación

¿Lotes de engorde?

El Concejo de Bucaramanga aprobó en marzo de 2012 el cobro de la contribución por plusvalía.

Dicho cobro se empezaría a efectuar una vez se realizaran las reformas al Plan de Ordenamiento Territorial de Bucaramanga, listo en mayo de 2014.

El Acuerdo 006 del 21 de marzo de 2012 consiste en una retribución que deben hacer los dueños de las tierras y los constructores en las siguientes situaciones:

• La incorporación de áreas de expansión urbana.

• El cambio de uso del terreno.

• El aumento de la densidad, permitiendo la elevación del índice de ocupación o de construcción.

En un lote de Pan de Azúcar algunas personas dejan abandonada basuras

La Secretaría de Planeación Municipal, según el documento, es la encargada de hacer la liquidación del tributo y del recaudo.

Además se estableció que los dineros recaudados por dicho concepto serán destinados para compra de predios para desarrollar planes de interés social; construcción y mejoramiento de infraestructura viales, de servicio público o domiciliarios; ejecución de proyectos y obras de recreación, parques y zonas verdes; financiamiento del sistema de transporte masivo de interés general, y mantenimiento del patrimonio cultural de la ciudad, entre otros.

En su momento y debido a la confusión entre muchos ciudadanos por el significado del cobro de la plusvalía, el secretario de Planeación de Bucaramanga, Mauricio Mejía Abello explicó que “es una iniciativa distinta, ya que mientras la valorización afecta a todos los propietarios de una zona determinada, la plusvalía sería pagada únicamente por los dueños de los terrenos y las constructoras, entre ellos, los propietarios de lotes de ‘engorde’ que en mi opinión se lucran a costa de las decisiones del Municipio. El proyecto no es un impuesto, sino una contribución que va dirigida a aquellas personas que de alguna manera se benefician con el efecto normativo del uso del suelo, no tiene fecha fija y no es para todos”, puntualizó.

Gente quiso consultar con concejales y con la Secretaría de Hacienda Municipal si en la actualidad se efectúa dicho cobro, pero no fue posible establecer comunicación ni con los ediles ni con la persona encargada de esta cartera.

En cifras

5%

es el porcentaje de la población propietaria de terrenos de Bucaramanga que pagaría la plusvalía, según cálculos del Concejo de Bucaramanga en el momento de su aprobación.

Para tener en cuenta

La Ley 44 de 1990 establece los límites y cobros del impuesto predial como resultado del nuevo avalúo.

Ésta clasifica a los predios de acuerdo a varios parámetros, entre los que están los Predios Urbanos no Edificados.

Estos son los lotes en donde no se ha construido y que están ubicados dentro del perímetro urbano de un municipio. Se clasifican en tres:

1) Predios Urbanizados no Edificados: Carecen de edificación y están dotados de servicios de alcantarillado, agua potable y energía; son ocupados por construcciones de carácter transitorio, o son aquellos en los que se adelantan construcciones sin licencia.

2) Predios Urbanizables no Urbanizados: Los que teniendo la posibilidad de dotación de servicios no han iniciado el proceso de urbanización o parcelación ante la autoridad correspondiente.

3) Predios no Urbanizables: los que por su localización no pueden ser urbanizados como los ubicados en zonas de preservación ambiental.