Fatiniza, la estrella del pop rock en Dubai

Su sonrisa es esa luz propia con la que irradia constantemente buena energía. Tiene buen sentido del humor, lo que combina perfectamente con el entusiasmo que le pone a sus presentaciones. Brinca, baila, corre y en ocasiones se pierde entre los brazos de sus fanáticos cuando decide saltar de la tarima hacia la multitud.

Ella es Fatiniza, la cantante bumanguesa que desde hace más de diez años se robó el corazón, el cariño y aprecio de los amantes del pop rock en Dubai, país de los Emiratos Árabes.

En esas tierras, a miles de kilómetros de su natal Bucaramanga, esta mujer de piel morena y estatura mediana es la sensación del momento.

De eso pueden dar fe sus hijas Valentina O’shea y Ciara O’shea, dos niñas de 11 y 7 años, respectivamente, quienes con frecuencia acompañan a su madre en sus presentaciones.

Una de sus últimas apariciones fue hace pocas semanas en la Casa del Libro Total, cuando la cantante pudo, por primera vez luego de iniciar el auge de su carrera, ofrecer un show en su ciudad.

Docenas de asistentes aplaudieron sus éxitos, la magia que le imprime a sus interpretaciones y apreciaron a lado y lado cómo sus hijas tienen también ese gusto por la música.

“Son muy bellas e inteligentes. Trato al máximo de que hablen español, con la mayor voy bien en eso, pero a la menor no le gusta mucho. Lo que sí veo que les gusta es la música.

Valentina toca la batería y el bajo y Ciara toca también la batería y canta, además escriben sus canciones y han dado conciertos. “Es que en Dubai hacemos algo que se llama ‘Campamento de rock para niñas’. Reunimos a niñas y conformamos bandas de cuatro personas. En cinco días les enseñamos a tocar un instrumentos, a componer una canción, a ponerle la música y a presentarla. Luego ellas hacen el show en vivo, en tarima, con público y todo. Yo soy mentora en este proyecto que hacemos casi dos o tres veces al año y por supuesto ellas están ahí. Están felices, les encanta”, explicó.

Su carrera

La vida musical de Fatiniza inició, dice ella, a los 2 años, cuando tarareaba canciones. Luego, con el pasar de los años, escribía canciones.

“Mis papás, como muchos padres de músicos, no estaban muy contentos con mi cuento de meterme a la música, ellos querían “algo mejor para mí”. Lo hice, pero hoy que me ven en tarima y saben de mis éxitos son felices y se sienten muy orgullosos por mis logros. Precisamente por ellos es que trato de venir con frecuencia a Colombia, cada cuatro meses, para verlos y saber cómo están”, dice.

Finalmente les dio gusto y terminó su carrera como administradora de empresas de la Universidad de Santander, Udes.

Finalizando sus estudios hizo parte de un grupo de rock y participó en concursos de la canción inglesa en la Universidad Pontificia Bolivariana y en su universidad.

Así fue cogiendo vuelo hasta que algunas orquestas la empezaron a contactar para trabajar en restaurantes como La Carreta y El Campanario.

Luego una banda de Bogotá la contactó para realizar una gira en Asia y Medio Oriente y se lanzó al abismo. Se fue con ellos cuando tenía 25 años.

Llegaron a Dubai, hicieron conciertos en Indonesia, Malasia y Yacarta.

Me encantó Dubai. Primero estuvimos allí, luego hicimos otros contratos en Indonesia y Malasia, pero su destino estaría en la ciudad costera del Golfo Pérsico.

“Me enamoré de Dubai. Vi que era tan virgen en la escena del entretenimiento y que era una ciudad que estaba creciendo muy rápido y decidí quedarme a tomar ventaja de eso. Yo manejaba el inglés antes de irme, pero allí lo perfeccioné”, comentó.

En esa ciudad que a mitad de año alcanza los 49 grados centígrados de temperatura conoció al amor de su vida. Se trata del irlandés Phil O’shea, entrenador de buceo y además su mánager.

“Ahora hago mis propias canciones. Trabajo de lleno en la música. Me gusta porque es lo mío, lo que me apasiona”.

Y ese entusiasmo la ha llevado a fusionar el pop rock con otros aires: con el vallenato, el pasillo, la cumbia, la balada, el folk y el funk.

Conectada con su tierra

En el Medio Oriente brilla su nombre, pero Fatiniza vive siempre arraigada con su tierra. Su esposo ama Colombia.

En sus viajes al país trata de ponerse en contacto no solo con sus familiares sino con sus amigas del colegio, de toda la vida, y con las de la universidad.

También aprovecha para deleitarse con la comida típica santandereana, aunque eso le cueste devolverse con cuatro o cinco kilos de más.

Además del tatuaje que lleva en su tobillo que dice ‘Hecho en Colombia’, su cariño por el país lo manifestó en el video de su canción ‘Aquí voy’.

En esas imágenes quedó plasmado el calor humano de su gente, sus costumbres, sus calles, sus platos, paisajes y el clima.

“Además me mostré tal y como soy. Esa que sale en el video es la real Fatiniza, la del jeans con rotos, de botas, sombrero… tal cual soy”.

Abriendo mercados

“Estoy tratando de experimentar algo nuevo porque ya el nombre mío en Dubai llegó a un nivel que no creo que sobrepase. Estamos buscando la posibilidad de venirnos para este lado del planeta, pero no descuidando el Medio Oriente porque ya he establecido mucho allí. La idea es venirnos a Costa Rica para extendernos en Centroamérica y Estados Unidos”, añadió.

Además nos contó que trabaja en su tercer disco, y que según proyecta, tendrá buena acogida en América.