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Felipe Abril, un empresario con proyección

Los mapping también se pueden proyectar en sitios cerrados. En este caso se hizo a 270°en la celebración de aniversario de un canal local. – Suministrada / GENTE DE CABECERA

Felipe Abril puede catalogarse como un empresario berraco, de esos que nacen de cero, que chapalearon entre difultades y que luego de varios años ven hoy el fruto de sus trasnochos.

Su nombre es reconocido en la élite de grandes empresarios de la ciudad y la región, no por tener el estatus que ellos tienen, sino porque la vida le dio la oportunidad de servirles y a la par de alimentarse de su vasta experiencia.

A sus 44 años es hoy el gerente, administrador y trabajador de su propia marca: Proyectando Soluciones.

Se trata de una organización dedicada a la proyección de mapping, hologramas y organización de eventos empresariales.

Así creció

Escuchar la historia de su vida alienta a quienes hoy lo tienen todo y desaprovechan las oportunidades.

Felipe no siente vergüenza en decir que creció en un barrio muy pobre de Bucaramanga.

Recuerda cómo a los 5 años llegó a su sector una película que fue proyectada a blanco y negro, en un lote baldío.

“Me pareció maravilloso, estupendo. Me marcó muchísimo para toda la vida porque nunca había ido a cine, ese escenario era nuevo para mí”, completó.

Felipe Abril, gerente de Proyectando Soluciones.

Haber estudiado en el Instituto Técnico Superior Dámaso Zapata fue una ventaja a la que le supo sacar ‘el jugo’, pues desde que cursaba tercero bachillerato (octavo grado) tenía una especialidad: era electricista.

Entonces cuenta que su vida laboral inició a los 14 años, cuando alternaba sus estudios con el arreglo de radios, instalaciones de Navidad, arreglando planchas, grabadoras y haciendo las instalaciones eléctricas de quien lo necesitara.

Luego de graduarse fue admitido para estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad Industrial de Santander, lujo que muy pocos se daban pero que él, según cuenta, por locuras de la juventud desaprovechó.

Se dedicó a trabajar. Fue jefe de electricidad automotriz en Cosautos, cuando apenas tenía 19 años.

“No tenía idea de carros, solo medio desbarataba el Renault 4 que había en la casa, pero aún así asumí el reto y salí victorioso, porque siempre he han gustado los retos”, explicó.

Estando en esas labores empezaron a funcionar en Bucaramanga las carreras con taxímetro y se metió en ese mundo al punto de fabricarlos y tener su propia marca: ‘Taxímetros Pipe’.

“Llegué después a la Cámara de Comercio de Bucaramanga, CCB, al departamento de Relaciones Públicas, era nada más y nada menos que el que corría sillas y ponía a funcionar el proyector de acetatos. Más adelante, hace como unos 20 años, la CCB compró un proyector de videobeam. Era el primero en la ciudad y solo tenían capacidades económicas para alquilarlo los empresarios, no cualquier particular. Era un aparato inmenso y me contrataron solo para cuidarlo, transportarlo y manejarlo. Tenía una agenda apretada. Salía de una junta directiva de una empresa para otra. Recuerdo que muchas veces alquilaban el proyector solo para la diapositiva que decía ‘Bienvenidos’ y el resto de la reunión de cifras e informes iba en acetatos”, comentó.

Los mapping también se pueden proyectar en sitios cerrados. En este caso se hizo a 270° en la celebración de aniversario de un canal local.

Fue así como consiguió todos los contactos que más adelante le sirvieron para sacar adelante la empresa que hoy tiene 15 años de historia.

“Tengo mi negocio y conozco a grandes empresarios de la región, pero uno debe tener claro que no puede igualarse a ellos. Primero el respeto y valorar la condición de ellos y mía”, aclaró.

Luego de cinco años decidió montar su propio negocio en sociedad con una amiga, pero la idea no prosperó. Volvió a empezar solo, de cero, en una oficina en el edificio de la CCB y tuvo tanto éxito que el espacio le fue quedando pequeño.

Hoy cumple ocho años con su empresa en Conucos, donde también vive.

“No es fácil porque no tengo socios ni familiares con dinero que me apoyen. Todo lo he logrado con las ganancias que deja cada evento. Mucha gente cree que esto no es sino comprar estos equipos -muy costosos- y al otro día le llegan los clientes. No, así no es. Hay que estar constantemente investigando lo que hay en el mercado para innovar, para presentar resultados novedosos. Además esto no se vende solo, hay que salir a hablar con el empresario que muchas veces tiene el dinero para hacer un evento pero no sabe cómo hacerlo. El mapping, por ejemplo, es la técnica que crea imágenes o videos proyectados a objetos tridimensionales como construcciones arquitectónicas o cualquier superficie convirtiéndola en una pantalla de video dinámica. No necesariamente proyecta video en 3D.

«Por mencionar un caso, el de los 100 años de la CCB. Ese mapping se hizo durante cuatro meses, se hicieron cuatro ensayos, cada uno con 15 personas, empezando a las 2:00 p.m. y terminando a las 5:00 a.m. El montaje final se hizo en cuatro días y con 70 personas en iluminación, sillas, sonido, montaje del video, cierre de la vía… detrás de un mapping hay mucho trabajo y dinero que se refleja al terminar los minutos de proyección cuando la gente aplaude, y se sorprende de que en Bucaramanga se estén haciendo grandes cosas y cuando el empresario queda feliz. Eso es lo que lo llena a uno de pasión para seguir adelante”, manifestó.