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Minúscula mayoría

GENTE DE CABECERA

GENTE DE CABECERA

Paloma Bahamón- Socióloga y docente Unab

Finalmente, tras seis siglos de capitalismo, el 1% de la humanidad logró concentrar sólo para sí la mitad de la riqueza mundial. Estamos hablando de apenas 80 personas de siete mil millones.

¡Qué infamia! Es la única expresión que se me ocurre para describir esta situación denunciada en el último informe de Oxfam*

¿Cómo lo han logrado? Metiéndose en sus bolsillos a los mandatarios del planeta. Estos 80 avaros, héroes según la revista Forbes, destinan millones de dólares cada año a hacer lobby en los gobiernos de los países para influenciar a su acomodo decisiones presupuestales y fiscales. Para el 99% restante esto acarrea la privatización y altos costos de los ‘servicios públicos’, la desorbitada brecha entre el salario mínimo y las remuneraciones de los directivos, y profundos daños ambientales, entre otras desgracias.

El efecto en Colombia se evidencia, por ejemplo, en el irrisorio aumento del 5% del salario mínimo frente al de casi dos millones de pesos del sueldo de los congresistas, en las reformas al sistema tributario que ahora amenaza con gravarnos productos básicos de la canasta familiar como la papa o el pollo, y en la venta de Isagén a una ‘multinacional canadiense’ con lo cual seguimos perdiendo la soberanía sobre el agua, ni más ni menos que un recurso vital.

En nuestro caso particular, el Páramo de Sumapáz sigue en riesgo de desaparecer mientras en Bucaramanga cada vez bebemos más mercurio con cianuro.

La paradoja es que el domingo pasado se realizó una marcha nacional contra la corrupción, el aumento de impuestos y el ínfimo incremento salarial pero de los 1’074.929 habitantes del área metropolitana, apenas marcharon 500.

Nos falta un 99% de compromiso para convertirnos en ese David que derribe al Goliat del 1%.

*Confederación de 17 organizaciones internacionales que trabaja para construir un futuro libre de injusticia e inequidad.