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En estas calles

Un espacio para la espiritualidad en su sector

 

Aquí, los participantes realizando la postura del perro, bajo la dirección de la maestra en yoga Nitya Siddha Devi Dasi

Aquí, los participantes realizando la postura del perro, bajo la dirección de la maestra en yoga Nitya Siddha Devi Dasi

Además de los senderos y de la espesa vegetación que recorren el Parque que alguna vez donó el burgomaestre Carlos Virviescas Pinzón, este lugar se convierte en un verdadero jardín zen. En el lugar encontrará dos escenarios que le garantizarán ese objetivo: Tai Chi o Yoga.

De manera gratuita usted podrá recibir clase del profesor de Tai Chi Mauricio Barajas, quien desde las 7:00 a.m., todos los domingos, imparte en la plazoleta de la parte superior del parque sus clases.

Su gran motivación, compartir las herramientas que lo han llevado a caminar por el sendero de la espiritualidad, siempre, fundamentadas en el respeto por la naturaleza.

“Mi maestro fue la hormiga, es el animal más poderoso del mundo, puede cargar cinco veces su peso. Tiene comunicaciones espectaculares”, les cuenta a los participantes.

La primera invitación es llegar al lugar, si es posible, caminando, así, ayudará por ese día a descontaminar el ambiente del monóxido que expulsa el vehículo.

Mientras los estudiantes mueven sus brazos y sus piernas al ritmo de la energía corporal, en el corazón del parque se crea un nuevo escenario para la meditación consciente y el yoga. Allí, desde la plazoleta del sol, el mantra del Ohmm o del Shanti, que significa paz, se escucha entre los estudiantes, quienes avanzan en las posturas que les regalarán además de elongación y tonificación, consciencia del cuerpo, de la respiración y por ende, del espíritu.

En este lugar se encuentra Nitya Siddha Devi Dasi, quien dirige durante 1 hora y 30 minutos Hatha Yoga, Yoga Terapéutico y Ashtanga Yoga.

Gimnasia china de movimientos coordinados muy lentos y precisos. Se considera que su práctica regular suscita el equilibrio interior y la integración de los movimientos del universo en el yo, liberando así una energía interior.

La invitación está abierta a personas entre los 12 y los 105 años, dice. El costo de la clase es gratuito, salvo las donaciones en alimentos no perecederos, o botellas plásticas y tapas de gaseosa, con el propósito de canjearlas y enviar ese dinero a los niños de La Guajira.

“La iniciativa de ayudar a los niños de la Guajira y a todo el pueblo Wayúu nació del descontento de todos los integrantes del grupo de Yoga al Parque, y de la indignación de ver el abandono del Estado hacia esta región tan importante de nuestro país. Queremos hacer parte de la solución y no del problema, por eso nos pusimos manos a la obra a buscar la manera de recolectar fondos, alimento, agua, y ropa para este pueblo ancestral”, indicó la docente de yoga.

Estos programas buscan que los ciudadanos se involucren con sus parques. Por eso la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, lo invita a disfrutar de este hábitat natural y le recuerda que es deber de todos dejarlo limpio, sin agredir la naturaleza, al contrario, dándole gracias por el escenario puro que puede disfrutar lejos del esmog.

 

Cambios de hábitos

El maestro en Tai Chi lo invita a:

1. Limpiar sus espacios. La habitación y el baño deben tener los elementos básicos, deseche frascos y todo lo que rompa con la energía del lugar.

2. Consumir las verduras al vapor, no cocinarlas.

3. Procurar el consumo de arroz arbóreo, de color negro.

4. No utilice ni azúcar ni sal para preparar sus alimentos.