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¿Qué pasa?

Los cortes se suspenden pero sigue plan de contingencia

El 1 de abril, el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, Amb, anunció que a partir del siguiente día haría cortes programados del servicio de agua en todos los sectores de la ciudad, debido a que los ríos que proveen el área estaban en su más baja capacidad, un 30% menos de su mínimo histórico en 2011.

Pero la naturaleza, sabia y bastante piadosa en esta ocasión, al parecer quiso dar otro chance. Chance para evaluar el uso que se le está dando al líquido vital, y cómo, independientemente de las condiciones climáticas, se puede hacer del ahorro una cultura, disminuyendo además el riesgo de futuros racionamientos.

En su página web, el Amb diariamente confirma si habrá corte o no en la zona programada. Hasta el momento, no ha sido necesario realizar ningún corte, pero la entidad advierte que el plan de contingencia se mantiene; es decir, que en cualquier momento el corte programado se puede cumplir y que no se debe descuidar el ahorro, hasta que las condiciones climáticas y la oferta hídrica sean óptimas para suplir el consumo.

Según la Comisión de Regulación de Agua, para municipios como Bucaramanga, que están por debajo de 1.000 metros sobre el nivel del mar, el consumo mensual límite por suscriptor es de 32 metros cúbicos.

¿Cómo estamos gastando (y ahorrando) el agua?

La empresa de acueducto no cuenta con datos de consumo clasificados por barrios o sectores, pero el gasto mensual de metros cúbicos de los estratos 5 y 6 en Bucaramanga, de septiembre a diciembre 2015 (ver gráfico en página 7), permite concluir que este se ha mantenido estable y dentro de los rangos que la entidad define como ‘normal’.

Sin embargo, las fuentes consultadas afirman que “con los datos que genera nuestro sistema de información no es posible determinar niveles de ahorro o derroche por barrio, sector, ciclo o municipio, sólo se cuenta con valores globales de consumo por estrato y municipio”.

En Cabecera, los estratos 5 y 6 son predominantes: 5.300 usuarios que corresponden al 90% de los suscriptores del sistema de acueducto en el sector.

Buena cultura de ahorro

El Amb también le informó a Gente que el año anterior se vendieron casi 57.450.000 metros cúbicos de agua, 400.000 menos que en 2014, pese a un mayor número de suscriptores (249.100 en 2015 en comparación con 239.800 en 2014).

Además, hasta enero de 2016 el desincentivo para el consumo excesivo de agua en residencias (mayor a 32 metros cúbicos en cualquier estrato) ha sido aplicado solo al 4,8% (12.174) de los usuarios. Lo que puede considerarse “poco porque en Bucaramanga hay una buena cultura de ahorro del agua”, afirman funcionarios del Acueducto.

Ciertamente, al realizar un sondeo entre la comunidad, esta cultura del ahorro se evidencia.

Jorge Luis Meléndez tiene a su cargo la administración de varios conjuntos residenciales del sector de Cabecera donde, según cuenta, desde el año pasado vienen trabajando fuertemente por mantener la cultura del ahorro tanto de agua como de energía.

Aunque la mayoría de las casas y edificios tienen la ventaja de tener tanque de reserva, constantemente “se solicita racionar el uso del agua, especialmente en estos días con el anuncio de los cortes programados.

Hemos trabajado fuertemente el tema de prevención (…) Es importante porque la tendencia es que el fenómeno va a ser más grande y, más adelante, si no generamos la conciencia vamos a tener racionamientos más fuertes, en pocos años. Debemos usar el agua a conciencia, responsablemente, pensando en todos los sectores de Bucaramanga”.

De otro lado, las instituciones educativas también realizan su aporte. Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, cuentan con un sistema importante de ahorro de agua gracias a los dispensadores automáticos y los orinales ecológicos (que no usan agua) ubicados en todos los baños de la institución; “además de las campañas de concientización para que los muchachos sean conscientes de la responsabilidad con el medio ambiente”, comenta Gilberto Ramírez, vicerrector administrativo y financiero.

En caso de que se realicen los cortes de agua, “tenemos suficiente aprovisionamiento, de manera que no tengamos que suspender clases y los alumnos, docentes y administrativos no perciben el corte”, manifestó el administrativo.

El Colegio san Pedro Claver es otra de las instituciones educativas que lidera diversas campañas de ahorro de los recursos naturales. De acuerdo con Paola Mayerly Pimienta, coordinadora del área de Ciencias Naturales, “motivamos a los estudiantes para ahorrar agua, dando tips para que en su casa sean multiplicadores de esas iniciativas; hacemos actividades de sensibilización y reflexión sobre la problemática ambiental del país, la situación del agua en algunos sectores y cómo nosotros como ciudadanos tenemos la responsabilidad de que la situación mejore”.

“En el tema de racionamiento, hemos procurado no desperdiciar, minimizar los gastos de agua, por ejemplo usando traperos secos en las áreas que sea posible”, afirma la docente.

Disminuya su consumo básico y compare mensualmente sus recibos para ver qué tanto ahorró. Acostúmbrese a medir el gasto del agua.

Ahorrar, de todas las maneras posibles

Considerando las principales áreas de consumo de agua en el hogar, el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga propone algunas recomendaciones para disminuir el consumo; lo que finalmente se verá reflejado también en la factura y el bolsillo de los usuarios.

Aseo personal: Cierre la llave al enjabonarse y al afeitarse. Recoja el agua que deja correr mientras esta se calienta; úsela para el aseo o las plantas.

Servicio sanitario: Evite derrames de agua por el rebosadero o las válvulas. Evalúe periódicamente el estado de los accesorios del tanque, como flotador, válvula de admisión, válvula de sellado.

Cocina: Es conveniente llenar el lavaplatos o un recipiente y enjuagar allí la loza, en vez de hacerlo con agua corriente. Saque con tiempo los alimentos del congelador, no derrame grandes cantidades de agua sobre ellos para descongelarlos. Se recomienda usar esponja de nylon, pues esta remueve los alimentos con más facilidad y no se gasta tanta agua.

Lavado de ropa: Al lavar a mano, el agua que resta del enjuague sirve para otros usos, por ejemplo, para llenar la lavadora, lavar traperos o baños, o incluso para lavar otra tanda de ropa. Use la capacidad máxima de la lavadora para disminuir las lavadas en la semana.

Riego de jardines: Recuerde que los andenes y la calle no se barren con el chorro de la manguera. Riegue los jardines una vez a la semana.

Lavado de vehículos: No deje la manguera abierta mientras enjabona el vehículo. Apoye los lavaderos que utilizan agua subterránea.

Finalmente, para evitar pequeños e imperceptibles derroches, es conveniente que un par de veces al año, un plomero de confianza revise las instalaciones para evitar fugas; y pregunte por los grifos y llaves que reducen el gasto de agua.

De acuerdo con información del Amb, el sistema actual del acueducto del área metropolitana “toma las aguas de los ríos Suratá (que abastece la planta de Bosconia); Tona (abastece la plantas de La Flora y Morrorico); y Frío (la cual abastece la planta de Floridablanca), con una capacidad de tratamiento de 2000, 1400 y 600 litros por segundo, respectivamente”. Dicha capacidad, sin embargo, se ha visto bastante aminorada en los últimos meses por los efectos del verano.
En cifras

 

140

litros de agua gasta en promedio una persona en un baño de 5 minutos.

Tip: Cierre todas las llaves y verifique si el agua del medidor se sigue moviendo; si es así, debe actuar de inmediato para detectar la fuga.

El gasto mensual de agua de una persona promedio se distribuye así: aseo personal (25%), lavado de ropa (29%), servicio sanitario (22%), cocina (18%), riego de jardines (4%) y lavado de vehículos (2%).