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Tendencias

El consumo de tabaco ha disminuido poco en Santander

Diana Lucía Díaz Patiño / Gente de Cabecera

“El tabaco mata a la mitad de sus consumidores”. Así de contundente es la Organización Mundial de la Salud, OMS, al referirse a una de las mayores causas de defunción, enfermedad e incluso empobrecimiento en el mundo.

Y aunque las evidencias científicas sobre las graves consecuencias para la salud derivadas del consumo de tabaco son de conocimiento general, la disminución en su consumo no crece en la misma medida en que aumentan las cifras de muertes y enfermedades crónicas, tanto para fumadores como para no fumadores expuestos al humo de cigarrillo.

En Santander

La Secretaría de Salud Departamental, a través del Observatorio de Salud Pública, realizó en 2015 el estudio Factores de riesgo para enfermedades crónicas STEPwise, identificando tendencias de consumo de tabaco y alcohol.

El estudio tuvo una muestra de 2.161 personas entre 15 y 64 años; y sus resultados indican que el consumo actual de tabaco en la población santandereana es de 9,9 %, siendo mayor en los hombres (14,5 %) que en las mujeres (5,0 %).

Sin embargo, la coordinadora científica del Observatorio, Silvia Plata, afirma que el año pasado se evidenció una disminución del 21 % en el consumo de tabaco, comparando el mismo estudio realizado en 2010.

¿Cómo se comportan los fumadores?

Representantes del gremio comercial afirmaron que en la mayoría de los establecimientos como bares y restaurantes, donde en muchas ocasiones se pueden ver fumadores sin ninguna restricción, “simplemente hay incumplimiento de la ley, porque ninguno de estos sitios está diseñado para tener zona de fumadores”.

“A veces se retiran un poco de donde están sentados o se hacen a un lado para no incomodar a las personas, sobre todo cuando están comiendo; sin embargo es un tema de educación y cultura, debemos buscar estrategias para que los fumadores entiendan que es molesto y que deben buscar un lugar especial para ellos”, afirma el propietario de un restaurante del sector.

Recordando la ley

Entre los principales alcances de la Ley 1335 de 2009, conocida como la Ley antitabaco, está la prohibición de venta de tabaco a menores de 18 años y la venta de cigarrilos por unidad.

Esta ley también estipula la incorporación de advertencias sanitarias en las cajetillas y prohíbe el consumo de tabaco en áreas cerradas de los lugares de trabajo y lugares públicos “como bares, restaurantes, centros comerciales, tiendas, parques, estadios, cafeterías, discotecas, hoteles, ferias y casinos, así como en sitios donde se realicen eventos masivos.

Adicionalmente, sitios donde se atienden menores de edad, medios de transporte público, oficial, escolar y privado, y espacios deportivos y culturales.

Asimismo, prohíbe el uso de dispensadoras de productos de tabaco en lugares y puntos de venta en los cuales hay libre acceso de menores.

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, este año la Organización Mundial de la Salud y su Secretaría para el control del tabaco, hacen un llamado especial a todos los países “para que se preparen para el empaquetado neutro de los productos de tabaco”. Lo que se pretende con esta medida es restringir o prohibir el uso de logotipos, colores, imágenes de marca o información promocional sobre el envase, excepto los nombres de la marca y del producto, que se han de presentar en un color y tipo de fuente estándar. Esta medida, que ya funciona con éxito en Reino Unido, Irlanda y Australia, es importante para la reducción de la demanda, ya que disminuye el atractivo de los productos de tabaco, limita el empaquetado y etiquetado engañosos y aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias.
En cifras

15

años es la edad promedio de inicio de consumo diario de tabaco en la población de Santander.

¿Sabía que santandereanos entre 15 y 24 años, iniciaron el consumo diario de cigarrillo a los 15 años; entre 25 a 44 años, a los 16.9 años; y entre 45 y 64 años, fuman cigarrillo diariamente desde los 20.1 años?