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Columnistas

Hazañas para caminar la ciudad

GENTE DE CABECERA

Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera 

Finaliza la jornada laboral y decido caminar por la ciudad, acercarme a una zona verde y respirar un aire más puro del que emite Bucaramanga por estos días.

De camino al parque observo al alférez haciendo muy bien su trabajo en hora pico, tal y como debería hacerlo todos los días. Esto nos da chance a los peatones para pasar sin riesgo. Me pregunto cómo harán las personas de la tercera edad en algunas vías, donde el flujo de vehículos es continuo y no hay semáforo. ¡Conductores, todos somos peatones!

Un metro antes de un parqueadero, veo un auto que además de estar mal estacionado impide el acceso al lugar y genera el embotellamiento. Ojo, no solo por encender las luces estacionarias tenemos autoridad para parquear donde queramos.

Llego al primer parque pero es imposible quedarse porque el olor a marihuana es insoportable. Al parque le hace falta poda… Debería ser un propósito hacer valer el título de Ciudad de los Parques.

Decido cambiar de rumbo a otra zona verde. Lástima el caos de algunas vías y la falta de civismo de uno que otro motociclista y conductor de bus que no respeta la cebra para el peatón.

Ya en el lugar, me sorprende ver la cantidad de personas que disfrutan de una noche en este pulmón de la ciudad. Padres de familia jugando con sus hijos en los mecedores, estudiantes con sus guitarras, deportistas ejercitándose en los gimnasios al aire libre, dueños de mascotas responsables, policías brindando seguridad. La vasta vegetación nos regala un mejor oxígeno y menos ruido citadino. Lo hemos logrado, lástima que de camino a casa haya tanto peatón fumando por las calles.