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Columnistas, Editoriales

Cuadra Picha sigue picha

GENTE DE CABECERA

GENTE DE CABECERA

Orlando Beltrán Quesada / Secretario JAC Cabecera del Llano

Y lo estará por mucho tiempo si las condiciones de deterioro ambiental, social, vial y de seguridad no forman parte de una planificación seria y continuada a cargo de la alcaldía actual, y la ejecución de un trabajo que corresponda a la difícil tarea que significa sanear ese punto neurálgico de Cabecera.

Desde la JAC estuvimos de forma activa en el proceso iniciado el 9 de diciembre pasado, donde representantes de los residentes de ese sector, así como del comercio organizado, decidieron acompañar la tarea iniciada por la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, la Secretaría del Interior y la Policía Nacional para tratar de devolverle a esa zona la tranquilidad y la movilidad perdidas por cuenta de bares y otros sitios de diversión nocturna, que incluye prostitución escondida y no tan escondida.

GENTE DE CABECERA

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La administración de Rodolfo Hernández determinó entonces un plan de intensa actividad por parte de estos entes oficiales, en el que se decidió suspender las zonas azules, instalar un CAI móvil y dar mayor iluminación a las carreras 34 y 35.

Asimismo, incrementar los operativos de control del ruido y de los vendedores ambulantes, estos al igual que los artesanos con derecho al rebusque en una ciudad cada vez con menos oportunidades laborales para las mayorías crecientes, pero con afectación directa del espacio público.

Se estableció un límite para este plan “piloto” hasta el día 3 de enero.

Fue muy lamentable que la misma comunidad afectada y muchos miembros de nuestra JAC comprobáramos la burla permanente que hicieron de estas medidas muchos ciudadanos, muchísimos, que hicieron gala de su incultura e irresponsabilidad cívica.

Las grúas del tránsito acompañaron a los alféreces en su tarea represiva y muchos vehículos fueron detenidos.

El mismo Subsecretario del Interior, José David Cavanzo, hizo presencia física en varias ocasiones para supervisar los operativos de control policial y administrativo del espacio público, que siempre fueron insuficientes ante la avalancha de violaciones normativas.

El comandante de la Policía, Teniente Toloza, presuroso atendió las llamadas pertinentes. Pero la contaminación acústica siguió su agosto, ahora proveniente también de un nuevo local donde la música arrabalera es el gran atractivo.

De la seguridad ni hablar: el mismo miedo de residentes a transitar como peatones a altas horas de la noche, sintiéndose personas extrañas dentro de su propio barrio residencial. Un joven adolescente murió apuñaleado la noche del 10 de diciembre, para completar el cuadro.

Y finalmente, a hoy, el balance no puede ser peor: no pasó nada.

Este experimento, al igual que el del Pico y Placa para el centro de la ciudad, solo habla entonces de improvisación e inoportunidad para aplicar medidas que mejoren sustancialmente la situación tan “picha” que allí se tiene, desde que de manera facilista y con intereses de por medio se modificara el POT.

Esperamos que el señor alcalde Rodolfo Hernández y su nueva Secretaria del Interior, María Adela Pulido Lamus, consideren que solo tomando medidas drásticas y con verdadera autoridad, siendo la primera de ellas limitar en Cuadra Play el funcionamiento de todo tipo de actividades hasta la 1 de la madrugada, podremos pensar en rescatar este sector, y convertirlo algún día en una zona de sano esparcimiento, como es el sueño de muchos comerciantes que merecen respeto para sus negocios respetables, al igual que los residentes, que ya no saben lo que significa dormir tranquilos.