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¿Qué pasa?

Padres conectados para hijos más protegidos

Las aplicaciones de control parental son una buena opción para monitorear el comportamiento de los menores en las redes.

Diana Lucía Díaz Patiño/GENTE DE CABECERA

 

El peligroso juego de la Ballena Azul, que se hizo famoso a través de las redes sociales, encendió las alarmas en los hogares, los colegios y otros escenarios de desarrollo infantil de todo el mundo.

No es para menos. El juego plantea retos o tareas que incluyen autolesiones e incluso, hay casos de suicidio relacionados con esta práctica.

Por eso, Gente contactó a Viviana Quintero, Coordinadora de TIC e Infancia de Red PaPaz, quien brinda información a los padres sobre los peligros que corren sus hijos en Internet y orienta sobre cómo actuar en casos de riesgo.

¿Cómo prevenir que los hijos sean contactados por grupos que promueven juegos peligrosos, como el de la Ballena azul?

Lo primero es estar muy atentos al uso que hacen los niños del celular y no permitir que tengan conexión sin supervisión, por ejemplo, en su habitación en horas de la noche.

Permanecer muy atentos a señales como marcas en el cuerpo, alteraciones en el sueño, signos de aislamiento social o comportamientos y preguntas relativas a la muerte, al suicidio, a las autolesiones.

Es muy importante que los niños sepan que cuando identifiquen algo que los esté haciendo sentir mal o que los haga sentir presionados, puedan acudir a un adulto de confianza, que no acepten retos que puedan causarle daño a él o a otras personas.

¿Cuáles son las edades recomendadas para que el joven tenga acceso libre a un dispositivo móvil con datos?

Se recomienda que a los 14 años se les permita el uso de un dispositivo móvil con plan de datos de su propiedad.

No quiere decir que hasta los 14 años los vamos a mantener alejados de la tecnología, sino que antes de esa edad accedan a equipos de uso compartido en la casa o de uso familiar.

Cuando permitimos (el acceso) de manera temprana no solo estimulamos la sobreexposición y la ciberdependencia, sino que además los exponemos a riesgos porque ellos no van a contar con las herramientas cognitivas ni emocionales para enfrentarse a los retos que plantean los entornos digitales.

Lo ideal sería que más o menos a los 12 años ya los dejemos empezar a utilizar con más libertad dispositivos digitales, sin dejar que sean de su propiedad; a los 13 años ya pueden ingresar a redes sociales y durante ese primer año de uso como papás los acompañemos, tengamos la información de su perfil y su contraseña, y cuando veamos que están haciendo un uso adecuado los empecemos a dejar para que sean autónomos.

Antes de los 14 años no se cuenta con herramientas cognitivas
y emocionales para enfrentar los retos digitales.

¿Cómo monitorear el uso de internet de los hijos, sin que ellos sientan vulnerada o irrespetada su privacidad?

Lo primero es tener las cosas claras desde el inicio. Si cuando le voy a entregar el primer dispositivo a mi hijo establezco unas reglas, le digo qué sitios puede visitar, con qué personas va a poder interactuar y cuáles van a ser los horarios y espacios para estar conectados, ellos no van a mostrarse tan resistentes al control y a la supervisión.

También es muy importante que los papás no se excedan en el control (…) es como si tuvieras un niño y lo fueras a llevar al parque, cuando es muy pequeño, tiene 2 añitos, tú no te le despegas al niño; luego cuando va creciendo dejas que juegue solo en el parque; y luego le dices: ‘Ve al parque y regresas antes de cierta hora’. Vamos dando cierto nivel de autonomía a los niños. En el uso de redes sociales sucede lo mismo.

En el caso de papás que no tienen acceso a los perfiles de sus hijos porque los han bloqueado o porque no saben si tienen, deben hablar con otras personas de la familia, que puedan hacer la vez de ‘adulto responsable’ en las redes sociales de los niños.

Es muy importante que siempre les estemos haciendo un acompañamiento, esto aplica para niños de 14 en adelante.

Para los más pequeños es recomendable descargar sistemas de filtro y controles parentales, que nos ayudan no solamente a filtrar el contenido que puedan ver los niños sino también a controlar los contactos que tienen y el tiempo que pasan conectados.

¿Qué hacer si descubro que mi hijo hace parte de un grupo o tiene contactos que ponen en riesgo su seguridad?

Si existe un riesgo inminente es importante que le retiremos al menor el acceso a la red social. Esto se hace vía cambio de contraseña, para evitar que los niños sigan estableciendo contacto con personas que los puedan agredir, sigan compartiendo información o para evitar que borren información.

Es muy importante que nos abstengamos de establecer contacto con cualquier persona de estos grupos o cualquier persona que esté intentando contactar a nuestro hijo, que conservemos toda la información y evitemos eliminar las fotos o los datos, y que reporten el enlace o el número de celular de la persona que los está contactando a través de www.teprotejo.org o del CAI virtual de la Policía (caivirtual.policia.gov.co).

Ya con esa información las autoridades pueden actuar, y adicionalmente les van a indicar a los papás de qué manera proceder para poner a salvo a los niños y cómo seguir utilizando las redes sociales que quieran pero sin correr riesgos.

 

Viviana Quintero, experta de Red PaPaz, afirma que no hay excusa para que un papá no maneje la tecnología. “Cuando entrego un dispositivo a un niño, lo mínimo que debería tener es un conocimiento de cómo funciona y cómo opera esa tecnología porque eso es lo que me va a permitir acompañarlo”. Sugiere algunos espacios de formación disponibles para padres: -Aprendiendo a ser papaz, en aprendiendoaserpapaz. redpapaz.org. -Escuela de TIC para familias, disponible en www.fundaciontelefonica. co “Las herramientas son muchas pero sí se requiere el interés de nosotros. Un interés que cuando somos papás de hijos digitales es más una obligación, porque si no sabemos de este tema no los vamos a poder acompañar de una forma efectiva. Es necesario que aprendamos más, conozcamos más y nos conectemos con los niños para poder protegerlos”.

 

En cifras

 

6

grupos de Facebook relacionados con ‘la ballena azul’ han sido detectados por la Dijín en Colombia. Su cierre ya fue solicitado.

Los cambios en el comportamiento pueden revelar que su hijo se está enfrentando a una situación difícil en sus perfiles virtuales y redes sociales.

La psicóloga Viviana Rangel Manzano es otra de las expertas consultadas. Ella presenta algunas recomendaciones para padres e hijos en los casos de acoso cibernético:

1.Bloquear como primera medida al acosador.

2.Informar a las autoridades según se vean vulnerados sus derechos.

3.Aprovechar para sintonizar los canales de comunicación y poder conocer el mundo cibernético del hijo: lo que publica, lo que le escribe, las reacciones, las páginas que visita y el tiempo que pasa en la web.

4.Hablando de tiempo es momento de limitar el uso de los dispositivos, es la medida más difícil de todas porque pese a que son herramientas que le desfavorecen en ese momento, los jóvenes a veces no dimensionan que es necesario aunque duela.

5.Utilizar cuanto antes aplicaciones de control parental.

6.Si su hijo es el acosador, por muy decepcionado que esté como padre, no lo deje solo, escúchelo y explíquele las terribles consecuencias tanto para él, como para su acosado. Busquen ayuda profesional para que le permita controlar las emociones e impulsos. Esté en contacto con los profesores y bienestar estudiantil.

7.Por último y no menos importante, sea usted ejemplo para su hijo y enséñele que el mundo virtual debe ser manejado con responsabilidad y respeto.