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¿Cuál es el momento indicado para dejar que sus hijos conduzcan?

Elementos como madurez y experiencia son vitales para llevar a cabo una conducción responsable y que no represente peligro para los demás actores de la vía. – Banco de imágenes/GENTE DE CABECERA

Conducir el carro familiar puede ser un tema de discusión entre padres e hijos, sobre todo si estos son muy jóvenes.

Sin embargo, es necesario ‘soltarles’ el carro precisamente para que vayan adquiriendo la experiencia requerida.

Por esto, el Centro de experimentación y seguridad vial, Cesvi, precisa aspectos importantes a tener en cuenta antes de tomar esta decisión.

Aunque los jóvenes tienen ventajas físicas frente a conductores adultos, pueden carecer de “reflejos” que les permitan aprovechar adecuadamente sus capacidades naturales. – Banco de imágenes/GENTE DE CABECERA

Madurez al conducir

La madurez como conductor se va desarrollando con la experiencia y responsabilidad que se tenga frente al volante.

Dentro del contexto estadístico mundial, un conductor es considerado joven si tiene entre 18 y 24 años. Antes de esa edad son llamados “preconductores” por no estar dentro de la media de edad para la obtención de la licencia.

Una gran ventaja de los jóvenes conductores es tener excelentes cualidades de tipo psicológico y físico para la conducción. Es muy raro que padezcan enfermedades que perturben una buena conducción, como la disminución de la visión o la audición.

Por el contrario, los jóvenes tienen algunas cualidades psicológicas como excelente capacidad de anticipación o una buena coordinación bimanual (volante, cambios).

Sin embargo, los jóvenes difícilmente han desarrollado los suficientes “reflejos” que les permitan aprovechar adecuadamente sus capacidades naturales.

Y es que aunque se suele decir que los jóvenes tienen buenos “reflejos” porque sus tiempos de reacción y su velocidad de anticipación son especialmente buenos, la realidad es que los reflejos son el resultado de la experiencia consolidada, los cuales permiten que la situación de riesgo que se percibe confronte con el acumulamiento de conocimientos y experiencias del conductor y, en consecuencia, este pueda tomar la decisión correcta.

Experiencia

El conductor joven carece de experiencia, por lo tanto, la probabilidad de afrontar situaciones de riesgo y tomar decisiones correctas está reducida. En conclusión, los investigadores coinciden en que un conductor no puede considerarse “experto” hasta que no haya conducido por lo menos 100.000 kilómetros.

 

Actitudes del conductor experimentado

1. Conoce las normas y practica recorriendo muchos kilómetros hasta adquirir hábitos y reflejos condicionados que definen al conductor seguro, como la advertencia del peligro.

2. No efectúa acciones peligrosas como aumento de la velocidad o ingerir alcohol mientras conduce.

3. Reflexiona sobre las consecuencias, lo cual lo llevará a ser autónomo en sus decisiones y mucho más seguro en la conducción.

En conclusión, un conductor maduro y experto es aquel consciente de la problemática de la accidentalidad y que asume su conducción con responsabilidad. Siempre piensa en los demás usuarios de la vía y actúa con prudencia respetando en todo momento las señales de tránsito.

 

En cifras

 

18

a 24 años es la edad de un conductor considerado joven dentro del contexto estadístico mundial.