No más crueldad
Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera
Resulta sorprendente ver cómo puede haber casos de maltrato animal y envenenamiento en una sociedad que busca evolucionar. Hace una semana recibí una llamada de una residente que rechazaba ese acto cruel, producto de la falta de tolerancia de sus vecinos, quienes habían envenenado a su gato. Además del dolor, se preguntaba cómo darle respuesta a sus pequeñas hijas que veían el drama sin poder entender que esto fuese cierto. ¿Cómo explicarle que hay corazones así de crueles?
Hay leyes que garantizan la protección de los animales, pero en la gran mayoría de casos no hay pruebas contundentes, salvo el diagnóstico emitido por el veterinario, quien efectivamente, basado en los síntomas, comprueba que el caso se debió a ese tipo de actos cobardes e inhumanos.
¿Por qué tanto rechazo a un animal que solo deja experiencias maravillosas en sus amos? ¿Cómo explicarle a los niños que existen adultos capaces de buscar un veneno y dejarlo a la exposición de un animal para que se alimente de este, sienta dolor y muera? El fastidio o rechazo de algunas personas es evidente; quizá crecieron en hogares donde sus padres no amaron los animales, o tuvieron una experiencia traumática. Pero eso no les da derecho a ofender a quienes aman y disfrutan de su compañía.
Rechazo totalmente este tipo de actos e invito a las personas que no son amantes de los animales al respeto por la diferencia. Respete al vecino que sí tiene animales. Piense que esa persona es feliz, y eso a usted no le tiene que robar la paz. Al contrario, ponga a prueba su tolerancia, esa característica que necesitamos potenciar para mantener un mundo lejos de la violencia.
Editora Gente de Cabecera ([email protected])