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Anécdotas y recuerdos evocan la historia de Portón del Tejar

Redacción

Fachada de Portón del Tejar. – Fabián Hernández / GENTE DE CABECERA

Hablar de los comienzos del sector conocido como Portón del Tejar de Bucaramanga es remontarse a los inicios de la década de los años 80.

Época en el que la bella ‘Ciudad de los Parques’ empezaba a expandir su arquitectura, adecuándose a los nuevos requerimientos poblacionales que esta urbe exigía.

Fue así como un nuevo conjunto residencial nacería, siendo uno de los pioneros en el sector oriental de la ciudad, con un total de 96 viviendas similares en diseño. Este fue construido por Urbanas, una de las firmas claves en el desarrollo urbanístico de la capital santandereana.

Algunas de las familias pioneras, quienes aún residen las antiguas pero amplias y cómodas casas de Portón del Tejar, recuerdan sus inicios en un sector que para ese entonces parecía estar inmerso en medio de un gran “monte”.

Es el caso de la familia Castro Ariza, quienes llegaron a vivir a este sector para el año de 1984. Las integrantes de esta familia recuerdan que en ese momento vivir en ese sector rodeado de naturaleza fue un gran choque para ellas, ya que estaban acostumbradas a otro ambiente.

“Nosotras vivíamos en Barrancabermeja en un barrio conocido, pero por cuestiones familiares nos vinimos a vivir acá. Cuando llegué me dio muy duro porque para mí era como estar en el monte. Todo era vegetación, parecía una finca, de noche solo se escuchaban los grillos y solo había una carretera destapada que venía de la Pedregosa”, recuerda Marisabel Castro, la hermana mayor de la familia.

Las amplias zonas adornadas con árboles y plantas, son de los aspectos que más le gusta a los habitantes antiguos de Portón del Tejar, quienes aseguran haber visto crecer por lo menos tres generaciones familiares. – Fabián Hernández / GENTE DE CABECERA

Panorama similar vivió la familia Ponce de León Castilla, quienes aseguran haber llegado en 1983 y ser la cuarta familia que habitó las casas de un proyecto que quedaba prácticamente en medio de la nada.

“Yo llegué aquí por pura casualidad. Yo iba a comprar una casa en Fontana, pero otro vecino me la ganó. Así que me ofrecieron esta casa y la compré”, recuerda Juan Manuel Ponce de León, quien logró adquirir su vivienda gracias a su trabajo como visitador médico.

Un proyecto pionero de ese sector que con el paso de los años se consolidó como la Ciudadela El Tejar, integrado por los conjuntos de apartamentos Torres del Tejar, Balcones del Tejar y Torres del Portón.

Dato

Entre un millón 900 mil y 2 millones 900 mil pesos costaron las primeras casas del conjunto Portón del Tejar.

Uno de los puntos de encuentro de los niños y jóvenes siempre fue la cancha del conjunto, que se encuentra casi intacta. – Suministrada /GENTE DE CABECERA

Las anécdotas

Lo que más recuerdan los primeros residentes de este conjunto residencial era el gran tejar que se levantaba en el terreno del frente de sus viviendas, en donde actualmente se ubica el Centro Comercial Cacique. Detalle particular al que se le atribuye el nombre de esta zona.

Cuentan los residentes que nunca se supo de quién era, porque lo cuidaban unos campesinos y muchos perros que no permitían que nadie se acercara a aquella fábrica de tejas y bloques de barro.

“Era imposible acercarse a ese tejar porque tenían muchos perros y eran muy bravos”, recuerda Sandra Castro, quien llegó a la edad de 13 años.

Otro de los recuerdos que más le produce risas a Marisabel era el único bus que pasaba por ese sector. Recuerda que para ir hasta su universidad, que estaba en el centro de Bucaramanga, tenía que abordar una ruta bastante particular.

“Era un bus súper viejo que pasaba como cada dos horas. Yo me tenía que montar para ir a la universidad y siempre llegaba despelucada porque ahí llevaban desde hortalizas hasta gallinas para vender en la plaza”, recuerda mientras se ríe.

Por su parte, Sandra Castro vivió un parte de su infancia y su adolescencia en ese conjunto y para ella lo más atractivo de ese lugar era la gran cantidad de niños que residían en Portón del Tejar y con los que jugaba a cazadores y venados y escondite.

Por otro lado, entre los recuerdos del señor Juan Manuel se destaca aquella época en la que por mucho tiempo la unión fue la característica de este sector, que lograba integrarse para festejar cuanta fecha importante había en el calendario.

En la fotografía se observa a Sandra Ponce de León Castillo durante su juventud, una de las hijas del señor Juan Manuel y familia pionera en el conjunto.- Suministrada /GENTE DE CABECERA

“Nosotros siempre nos reuníamos para celebrar el día del padre, de la madre, de los niños y fechas como la de navidad. Todos nos uníamos y aportábamos. Era muy bonito ver la integración de todas las familias”.

Una integración que se ampliaría con la llegada de un almacén que en un principio fue el Vivero por allá para 1999. Pues con su llegada organizaba grandes festines que congregaban a los vecinos de ese sector.

Con la apertura de ese pequeño Centro Comercial empezó a dársele otra cara al sector, que se completaba con la construcción de grandes edificios residenciales, generando un aspecto más moderno.

96

Casas en total conforman el conjunto Portón del Tejar, las cuales conservan la fachada pintada de amarillo, aunque con algunas reformas internas.

“Un buen vividero”

Familias numerosas fueron las que se pasaron en un comienzo a las casas del Portón del Tejar.- Suministrada /GENTE DE CABECERA

En la actualidad el conjunto que cumple casi 39 años en pie, conserva la arquitectura inicial y a muchas de las primeras familias que se radicaron desde el principio en este lugar lleno de amplias zonas verdes.

Para muchos vivir en ese lugar es un privilegio, pues gozan de una buena ubicación, un buen clima y sobretodo de amplios espacios en los que tanto pequeños como grandes pueden disfrutar de una tarde de juegos, rodeados de tranquilidad y una amplia zona verde.