Menú de categorías

En estas calles

“Suplantaron mi identidad y he tenido demandas hasta por $800 millones”

Con una fotocopia de la cédula de Nelson, con la que se elaboró una identidad falsa, se cometieron infracciones de tránsito y préstamos a particulares. – Foto de ilustración / GENTE DE CABECERA

Imagine llegar a Bucaramanga luego de estar en el extranjero y encontrarse con que tiene demandas en su contra por estafa y engaño.

Eso fue lo que le sucedió a Nelson* un residente de Cabecera quien quiso contar cómo la vida le cambió desde cuando le sacaron una copia a su cédula y le suplantaron la identidad.

“No es mentira cuando nos dicen que no desprenda los ojos de su documento de identidad cuando vaya a una fotocopiadora, así fue como suplantaron mi identidad, vendieron toda la información de mi cédula y mis datos personales a un paramilitar”, dijo este hombre a quien llamaremos Nelson en esta historia para proteger su identidad.

La primera de las sorpresas que estaban por venirse ocurrió en 2007 cuando siendo empleado de un banco tenía todo en regla para comprar un vehículo, solo le faltaba confirmar si tenía alguna multa en la Dirección de Tránsito a su nombre.

Aunque sabía que no era posible, quiso confirmarlo encontrandóse con que tenía 5 comparendos por infracciones cometidas en carreteras del Atlántico y La Guajira… sitios en los que él nunca había estado.

Entonces en Bogotá hizo el respectivo denuncio por robo de identidad. Ese año culminó y nunca recibió una repuesta de las autoridades sobre su caso.

Sin embargo en 2008 su nombre apareció de nuevo en las oficinas del Tránsito de Bucaramanga, pues tenía ahora cuatro comparendos más.

Como buen ciudadano fue a contestar las demandas y con denuncias en mano quiso demostrar que ese infractor no era él, pero ya era tarde, pues el banco en el que laboraba había recibido una orden de embargo por estas deudas.

“Me fui del país por un año y cuando regresé mi amigo abogado me recomendó revisar los procesos de las demandas ante la fiscalía y demás entidades, en donde nuevamente recibí malas noticias: encontré una demanda penal por estafa en mi contra en Valledupar por $800 millones”.

Esta situación lo obligó a contactar un abogado penalista y despues de iniciar esta defensa comenzaron las llamadas y cartas amenazantes.

Con este abogado se inició el proceso de contestar la demanda, una juez confirmó que el demandado no era yo debido a que dentro de las pruebas había una foto del implicado en una fiesta. Además la fiscalía comprobó que Nelson estuvo fuera del país en ese tiempo y finalmente el caso se cerró.

Pero la suplantación de su identidad continuó y en 2010 se descubrieron otros dos procesos civiles por un préstamo hecho por un particular por $300 millones.

“Ese sigue vigente, se han presentado pruebas pero no se ha podido concluir, las amenazas continúan una vez logran ubicarme nuevamente en la ciudad lo cual han hecho en varias oportunidades. Ese tipo que me suplantó lleva varios años siguiéndome y amenazándome de muerte. Lo más triste de todo es que las denuncias ante las autoridades no dan resultados, no ha pasado nada con eso y lo peor, no me han asignado seguridad. Por una investigación privada que pagamos pude constatar que (el sitio donde plagiaron sus documentos) está ubicado en el barrio Universidad y que son familiares de este desmovilizado. Además se conoció que allá cometen ilícitos como hacer y vender diplomas, certificaciones y cédulas falsas. Eso lo saben las autoridades pero tampoco ha pasado nada. Sobre mi vida tengo que decir que además de no tener tranquilildad, mi familia tampoco. Mi vida laboral depende del buen desempeño que alguien me permita demostrar, pues con este historial que otro hizo por mí, mi buen nombre se fue al piso. Al sujeto no lo conozco, no sé quién es, pero seguramente ahora estará identificándose con un nombre de otra víctima”, concluyó Nelson, quien guarda las copias de sus denuncias esperando que se haga justicia con su buen nombre.

Es importante que los ciudadanos no descuiden sus documentos porque en cualquier momento puede cambiar su vida