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Columnistas

Productividad vs. Humanidad

GENTE DE CABECERA

Óscar Javier Zambrano Valdivieso.

Por Óscar Javier Zambrano Valdivieso

En las empresas colombianas se ha llegado a establecer un paradigma terrorífico que afecta la motivación del talento humano: productividad, productividad y más productividad.

Solo estamos persiguiendo resultados cuantitativos dejando a un lado los cualitativos y Bucaramanga no es ajeno a esta realidad.

Esta situación en últimas degenera el estado emocional de los trabajadores en nuestras empresas y conlleva a que se esté pensando en cifras y metas obligadas en lugar de una labor holística en armonía.

Bajo este contexto debemos reconocer que en el mercado existen profesionales y expertos en gerencia que están empezando a reconocer un aspecto nítidamente moderno del trabajo, especialmente en los negocios de servicios: el trabajo emocional.

Se ha hablado de él por mucho tiempo, pero apenas estamos empezando a entenderlo como una clase de trabajo diferente del trabajo productivo. El trabajo emocional es una clase de trabajo en la cual los sentimientos de los empleados son la herramienta de su profesión.

El sentimiento es en cierta forma una parte del rendimiento del trabajo, si no ¿cómo explicar cuando un empleado está feliz y su productividad es directamente proporcional a su estado de ánimo y viceversa?

Las labores del talento humano que tienen relevancia con el servicio y en particular los trabajos de contacto directo con los clientes pueden implicar un grado relativamente alto de trabajo emocional.

Una persona que maneja los reclamos por parte de los clientes todo el día, por ejemplo, trata una cantidad de gente alterada y pocos son los que parecen contentos y lo que es peor aún, rara vez alguno de los clientes se detiene para desearle un buen día.

Si hay en locales, almacenes, supermercados, tiendas y oficinas un empleado que se sienta apático, alejado, emocionalmente hostil o postrado y sin interés alguno por su trabajo, trasmitirá esos sentimientos al cliente y creará una impresión negativa de él y de la empresa.

Es este un buen momento del año entonces para planear cambios y empezar a trabajar en estas nuevas actitudes que en última beneficia a todos.