El poder del diálogo productivo en la solución de problemas

Vivir en propiedad horizontal puede generar diferentes situaciones en cuanto a la convivencia con los vecinos; sin embargo, sea el problema que sea, siempre se aconseja resolver los conflictos de la mejor manera.

Jesús Humberto Lizarazo, experto en Propiedad Horizontal y resolución de conflictos, explica que la situación puede ir desde una simple diferencia hasta las agresiones verbales o físicas entre los participantes, con sus respectivas consecuencias.

Frente a estas situaciones, la comunidad de una copropiedad tiene múltiples alternativas para solucionar pacíficamente sus conflictos: la mediación, la conciliación, la negociación, entre otros.

De acuerdo con Lizarazo, todas las situaciones que generan divergencias en una copropiedad pueden tender a empeorar cuando los Consejos de Administración o los administradores son intransigentes en la manera de abordar los conflictos o los problemas de los seres humanos involucrados. Por eso, comparte las siguientes consideraciones:

–Parta de un propósito: encontrar la mejor solución para los involucrados. Si el fin es solucionar la situación presentada mediante acuerdos que beneficien a las partes, el camino se encontrará fácilmente. No pierda tiempo, puede ser más favorable un mal arreglo que un buen pleito. No amenace, no intimide, no provoque a los involucrados. Cambie la forma de pensar y de actuar: “Aquí y ahora encontraremos la solución”. Evitemos al máximo los tribunales, los jueces, las instancias policiales. Eso cuesta dinero, tiempo, desgaste emocional y deterioro de las relaciones.

-No suponga. No dé por sentado que el problema o el conflicto está claro para los involucrados. Nunca suponga que las personas conocen los reglamentos, las normas, la ley. Si bien el desconocimiento de la norma no exime la responsabilidad, es útil no suponer que todo está claro. No se limite a preguntar si tienen claro el problema, encuentre información.

-Procure comprender al otro y luego puede esperar ser comprendido. Un principio fundamental para solucionar problemas o conflictos es ponernos en los zapatos del otro.

-Observe cada situación sin juzgar. No emita juicios de valor sobre las situaciones, investigue, escuche a los involucrados, separe la situación o problema de las personas. Cuando tiene información veraz y oportuna es más fácil encontrar la solución a los problemas.

Si el problema o el conflicto se genera a partir de la ruptura de un vidrio, evite decir “siempre es el mismo chino del 110”, diga “es la tercera vez que el niño del 110 parte vidrios en el conjunto durante este mes o año”. La primera frase es un juicio, la segunda brinda información. “Duro con el problema, suave con las personas”.

-Incentive la búsqueda de soluciones por parte de los involucrados. Procure no dar soluciones, busque que los involucrados expresen las posibles alternativas de solución a los problemas o conflictos.

-Piense en ganar/ganar. Las soluciones de mayor impacto son aquellas en las que las partes no se sienten perdedoras. Explore distintos puntos de vista con los involucrados, los puntos claves para la solución, los resultados para una solución aceptable para las partes, entre otros aspectos.

-Cierre los acuerdos y reconozca el aporte de los participantes, felicite. Si el objetivo de los consejos de administración y de los administradores es lograr o mantener la convivencia y la armonía en la copropiedad, debe ser motivo de júbilo que los miembros opten por la solución pacífica de los problemas o conflictos.

La intención no puede ser la eliminación de los conflictos, lo importante es la firme decisión de asumirlos de manera responsable, con el ánimo de encontrar soluciones más convenientes para las partes y mantener la convivencia pacífica respetando las diferencias.