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En estas calles, Portada

Todos a celebrar el Día de las Velitas

En torno a las velas se reúnen las familias para compartir y celebrar la inmaculada concepción de la Virgen María. – Élver Rodríguez/GENTE DE CABECERA

El Día de las Velitas, una de las celebraciones más tradicionales de diciembre, tiene un significado religioso. En esta fecha se conmemora la inmaculada concepción de la Virgen María.

Es una festividad que ilumina a la mayoría de calles y casas de todos los rincones del país.

El Padre Jorge Augusto Santamaría Lizarazo, párroco de la iglesia Santa María Reina, de Cañaveral, remembró que el 8 de diciembre de 1854 “el Papa Pío IX publicó un documento pontificio llamado Inefabilis Deus (Inefable Dios), por el cual promulgaba el dogma (es decir la verdad de fe) de que la Virgen María fue concebida sin pecado original. El texto dice así:

“Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles”.

Es así como para la víspera de aquel gran día (es decir, en el anochecer del 7 de diciembre de 1954) se hizo una memorable procesión de antorchas, como vigilia de preparación. Desde entonces se sigue recordando y celebrando en toda la Iglesia esta gran verdad de fe, y también repitiendo el acto de piedad de encender velitas.

GENTE DE CABECERA

“Esta celebración tiene un entrañable significado familiar de unidad y alegría, que ojalá sea acompañado con el rezo del Santo Rosario, y con otro signo muy nuestro como es el izar la bandera de la Virgen María (color azul y blanco) en nuestras casas”, manifestó el sacerdote.

Agregó que junto a las velitas ardientes se suele también encender los alumbrados navideños, significando con esto que es precisamente a través de la Virgen María que viene a nosotros Jesús como luz y salvación para todos.

“Invito a todos a entrar como familia en la alegría de la Navidad, encendiendo velitas y alumbrados, con el profundo deseo de que Dios ilumine nuestro mundo y nuestra vida”, puntualizó el sacerdote.

Importancia de la celebración

El coach Alejandro Morales del portal YoPuedo. co, explica la importancia de encender las velitas con un sentido espiritual y con el deseo de mejorar o complementar algunos aspectos de la vida.

“Esta es una ocasión especial para atraer algo que nos hace falta o que nos puede complementar en nuestra vida. Por eso es necesario tomarse el tiempo de elegir la tonalidad que de acuerdo con la psicología del color puede representar eso que deseamos”, señala el experto.

Es por eso que el coach explica con qué deseos está relacionado cada color para tener en cuenta a la hora de encender las velitas.

Rojo: Uno de los colores que más llama la atención porque representa la pasión y el amor, pero al mismo tiempo puede ser interpretado como un color que invoca prohibición de aquellos deseos que se quieren alejar de la vida.

Azul: Al verse reflejado en el cielo y el agua representa sensaciones como libertad, tranquilidad y paz. Asimismo representa el conocimiento ya sea académico o espiritual.

Amarillo: El amarillo representa la riqueza o abundancia en diferentes aspectos, no solo el económico. Además es sinónimo de vitalidad y energía al ser el color del sol.

Verde: Está relacionado directamente con la naturaleza, por lo que representa un contacto directo con la esencia y la esperanza. Así que es recomendable para aquellas personas que desean volver a la esencia de sus orígenes.

Negro: Sirve para cerrar o finalizar ciclos que están afectando el diario vivir y dar inicio a un trascender a una nueva etapa de la vida.

Blanco: Representa la paz. Es un color que evoca la paz en todos los aspectos, tanto emocional como para con el otro y con la misma naturaleza.

Morado: Hace alusión al desarrollo espiritual y del ser. Encender una vela de este color es un deseo de crecer o evolucionar de manera espiritual.