Damos de lo que tenemos
Nancy Rodríguez Guevara
Editora Gente de Cabecera
No se extrañe por las reacciones de la gente que hace parte de su vida.
Recuerde que cada quien da de lo que tiene en su interior, en su corazón, en su mente.
En estos días una amiga me decía: “es que me da una ira profunda que siempre me responda el teléfono de esa forma grosera…”.
Y si ya sabe cómo responde, si sabe que siempre hace lo mismo, ¿por qué está dispuesta a seguir insistiendo en esa amistad?
La pregunta es: ¿está dispuesto a seguir recibiendo ese trato, a sabiendas de que ese alguien no va a cambiar?
Cada quien da lo que tiene dentro, si lo que tiene es rabia, rencor, basura, ¿usted está dispuesto a llenar su vida de eso?
¿Está dispuesto a recibir toda esa pobreza de energía que llena la vida de los demás?
Igual sucede con usted. No se deje influenciar por el ambiente, por los demás. Recuerde que su actitud ante la vida habla por si sola, recuerde que sus respuestas acertadas o erróneas ante un hecho, muestran quién es usted, de qué está hecho.
No se deje llevar por la emoción del momento, no hable con rabia, no deje salir expresiones que siembren dolor. No vale la pena que dañe su imagen por no saberse controlar.
Sea humilde para aceptar que se sobrepasó, que hizo y dijo cosas que no debía haber dicho o hecho.
Sea fuerte para negarse a recibir la basura de los demás, para cerrar a tiempo esas puertas y no permitir el ingreso de esas personas que no dan nada bueno.
Por eso y para eso, necesita saber que usted vale mucho y como tal no acepta ni basura, ni groserías y mucho menos halagos zalameros que solo buscan beneficios para quien los prodiga.