“Esa es la esencia de mi obra: atrapar instantes y detalles”

Diana Lucía Díaz Patiño / Gente de Cabecera

 

El bumangués Carlos Martínez Palomino es un artista de formación y disciplina autodidacta, influenciado por los grandes maestros del estilo clásico-realista.

Sus impecables obras, en las que rostros y figuras humanas son los protagonistas, le han valido un importante reconocimiento en la región y el país.

En Bucaramanga, sus pinturas han sido expuestas en diversos sitios comerciales y culturales como el Centro Cultural del Oriente, la Galería Mario Hernández Prada, el Parque Nacional del Chicamocha y La Casa del Libro Total.

Actualmente lleva a cabo en la Alianza Francesa su exposición ‘Realismo, Luz y Color’.

Por esto, Gente de Cabecera charló con él para conocer más de su trayectoria y sus obras.

Gente de Cabecera (G.C.): ¿Desde cuándo pinta? ¿Por qué lo atrajo este arte?

Carlos Martínez Palomino (C.M.P):

Siempre me gustó dibujar y pintar. Esa fue mi gran pasión pero no lo tomaba muy en serio hasta que, como ex empleado de la desaparecida Telecom, empresa en la que laboré por muchos años, decidí entregarme por completo a este maravilloso oficio que me ha dejado las mejores satisfacciones de mi vida teniendo en cuenta que, afortunadamente, mi obra le ha llegado a un público exigente que la ha valorado y la tiene en cuenta.

G.C. ¿Cuál es la esencia de su obra?

C.M.P. La gran dificultad del retrato, además de su complejidad técnica y pictórica, es lograr atrapar el alma y la personalidad del retratado, y que mediante trazos y pinceladas revele esos detalles propios e irrepetibles de mi modelo.

Esa es la esencia de mi obra: Atrapar instantes y detalles y convertirlos a través del pincel y la mixtura en obras de arte que inspiren al espectador y lo transporten mediante la imaginación o el recuerdo al ambiente en el que se recrea la obra que admira.

G.C. ¿Qué es lo que más lo inspira?

C.M.P. Ninguna obra refleja dolor o tristeza. Todas transmiten alegría, serenidad, nobleza y hasta ingenuidad. Precisamente eso es lo que me inspira al realizar cada uno de mis trabajos.

La necesidad de encontrar un buen momento en cualquiera de mis personajes y plasmar ese instante fugaz en el lienzo me motiva para iniciar una nueva obra.

Deseo que mi obra trascienda y para que eso suceda necesito ineludiblemente que no sea hueca ni plana en cuanto al mensaje sino que despierte sensaciones y genere una opinión, positiva o negativa, pero que la genere y se mantenga en el tiempo.

G. C. ¿Y qué es lo que identifica a la exposición Realismo, Luz y Color?

C.M.P. Es la exposición de mi más reciente obra pictórica mezclada con algunas piezas de colecciones anteriores.

Representa, como casi toda mi obra, retratos, facetas y rasgos cotidianos de personas anónimas en actitudes, labores y costumbres propias de una sociedad diversa, pero mostrando su mejor aspecto, su altivez, serenidad, alegría, entre otros.

G. C. ¿Hay alguna obra que quiera destacar o recuerde de manera especial en esta exposición?

C. M. P. Todas las obras tienen un significado especial para mí. Cada una tiene una historia desde el momento en que decidí escoger el tema y organizar la composición. Sin embargo, hay una llamada Barbero y pintada en 1999 cuando era alumno del maestro Henry Flórez Soler, que me trae muy buenos recuerdos de mis inicios como artista profesional y la conservo en mi colección particular con mucho cariño. De las últimas, los campesinos típicos y silleteros merecen una mención especial porque es un pequeño homenaje a gente trabajadora colombiana sencilla y altiva, orgullo de nuestra tierra colombiana.