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Periodista del Barrio

No queremos más campanazos

Los campanazos se escuchan como anuncio de la Misa de las 6:00 a.m. y las 6:30 p.m. – Suministrada / GENTE DE CABECERA

Periodista del Barrio

Somos una familia católica y nos gusta ir a misa. Pero no estamos a favor de los campanazos que empiezan a sonar todos los días a las 5:30 a.m. y se prolongan cada 15 minutos.

Por eso me pronuncio en representación de varios vecinos, los cuales estamos cansados de los ruidos molestos de más de 30 campanazos que hace tocar la Parroquia de la Santísima Trinidad, los cuales se hacen a través de 2 megáfonos instalados en el techo de la parroquia, que amplifican los sonidos y desesperan al vecindario.

Despertarse con campanazos de más de 85 decibeles alteran la vida de cualquier familia, haciendo llorar bebés y niños de edades menores desde muy temprano.

Es por eso que de una manera respetuosa hacemos un llamado directamente al Párroco para que suspenda el uso de los parlantes por los cuales pronuncia los cánticos, y no toque más las campanadas en la mañana, práctica que ya ha sido aceptada en parroquias como el Divino Niño, Sagrado Corazón de Jesús, entre otras, donde por respeto residencial con los vecinos y normas del nuevo Código de Policía dejaron de sonar en las mañanas y durante el día.

Agadecemos a la Curia de Bucaramanga y entidades correspondientes solicitar la anterior medida.

Nota de la Redacción

El Párroco Álvaro Rueda Quintero afirmó que no ha recibido quejas de este tipo personalmente.

“Estas campanas son una grabación y no tienen alto volumen. Es un volumen normal que hasta ahora a toda la comunidad le parece bien que suenen”, dijo el Presbítero.

Sin embargo, sobre la molestia que dichas campanadas están causando a algunos vecinos de la Parroquia, aseguró que estos pueden acercarse a hablar directamente con él para dialogar.

“Sería bueno que se acercaran a hablar conmigo (…) Es en el diálogo que uno puede comprenderse con la otra persona” y la decisión de acallar las campanas o no debe tomarse en comunidad, indicó finalmente el sacerdote.