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¿Qué pasa?

Faras rondan en Conucos

Aunque no se tiene un registro gráfico real de los faras que rondan Conucos, se cree que así merodea la mamá y sus críos en la zona

Aunque no se tiene un registro gráfico real de los faras que rondan Conucos, se cree que así merodea la mamá y sus críos en la zona

Los comentarios entre vecinos del Conjunto Residencial Multifamiliar Conucos varían en torno a la aparición de faras en sus alrededores.

Una residente del sector nos escribió preocupada porque hace varios días no los veía.

“Se les apreciaba caminando en la 1 y las 4:30 a.m. y tienen su camada la cual la mamá los llevaba en su cuerpo para protegerlos. De un tiempo para acá no se volvieron a ver y los comentarios es que se estaban comiendo los cables de la electricidad, motivo por el cual les colocaron banana con veneno y los mataron ¡si esto es cierto es increíble, no es posible que hayan cometido semejante acto con unos animalitos que no nos estaban haciendo nada!”, dijo Corina Gómez, residente de la tercera etapa.

Igual que ella opina un portero de la segunda etapa, quien dice que hace unos 15 días fue la última vez que vio uno ‘bebé’ en su sector de trabajo, pero que no han vuelto a aparecer.

Sin embargo algo diferente dijeron sus colegas de la primera y tercera etapa, quienes dicen que los mamíferos todavía los visitan.

“Salen más por el lado de la cuarta etapa, sobre todo en las noches. Yo no creo que los hayan envenenado porque ya hubieran aparecido muertos y el olor los delataría, pero no se ha encontrado nada. Sí los he visto y son como cuatro. La gente también dice que andan por ahí, incluso una señora dijo que era mejor llamar a la Corporación (CDMB) para que los recogiera”, dijo en vigilante.

¿Son peligrosos?

Los porteros coinciden en decir que estos animales rondan especialmente en la cuarta portería de Conucos

Los porteros coinciden en decir que estos animales rondan especialmente en la cuarta portería de Conucos

Ante este caso Gente consultó con un biólogo de la CDMB, Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, quien dijo que había que tener ciertos cuidados en caso de tener un contacto cercano con estos animales.

“Sí tiene ciertas implicaciones en la salud porque al ser mordido por un fara pueden estar transmitiéndose la rabia y ciertas enfermedades o parásitos. Los faras son roedores y en el caso de nuestro entorno habitan en caños donde contraen mucha contaminación.

“En caso de encontrar uno, se recomienda no tener contacto físico (no manipularlos) porque pueden morder. Si se hace debe ser con guantes de carnaza, tapabocas y demás herramientas necesarias. Generalmente nos llaman (a la CDMB) y nosotros lo hacemos”, dijo el profesional.

También advirtió que no está permitido suministrarles alimentos envenenados pues se estaría incurriendo en un delito ambiental, ya que estos mamíferos son parte de la fauna silvestre de la meseta y como tal son una especie protegida por las leyes ambientales.

¿Cómo ahuyentarlos?

El profesional recomienda ‘espantarlos’ no con técnicas de cacería ni mucho menos atentando contra su integridad, sino con un encerramiento en las casas
hechos con mallas, en puertas y ventanas.

También recuerda que los gatos y perros, por su condición, marcan su territorio y su sola presencia ahuyenta a otros animales, incluido el fara.

Más sobre el fara

Realmente se llama ‘chucha’ o ‘cuncho’, pero en la mayor parte del país se les conoce como ‘fara’.

Tiene una apariencia similiar a la de una rata de dimensiones extraordinarias (mide hasta 80 cm incluyendo la cola y puede pesar entre 1 y 2 kg).

Es un representante suramericano del grupo de los marsupiales, el cual incluye animales tan conocidos como los canguros y el coala.

Da a luz crías subdesarrolladas (que parecen fetos) las cuales completan su desarrollo en el interior de una bolsa marsupial que tiene en su vientre.

Es uno de los mamíferos más versátiles y adaptables de Los Andes colombianos, lo que le han permitido sobrevivir en sitios muy poblados y transformados por los seres humanos, donde otros mamíferos de tamaño mediano se han extinguido.

Puede vivir en bosques poco intervenidos, al igual que en matorrales, sitios cultivados y jardines. Consume con igual gusto frutos, insectos y hasta gallinas. También aprovecha los desperdicios comestibles que encuentra en los basureros. (Tomado de http://www.opepa.org)