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Periodista del Barrio

Sobre el ‘cambuche’ de Pan de Azúcar

El periodista del barrio pide que se adecue esta caseta para los vigilantes y para que siga prestando el servicio de paradero de bus. - Archivo (suministrada) / GENTE DE CABECERA

El periodista del barrio pide que se adecue esta caseta para los vigilantes y para que siga prestando el servicio de paradero de bus. – Archivo (suministrada) / GENTE DE CABECERA

Periodista del Barrio

Con relación al artículo ‘Un ‘cambuche’ en Pan de Azúcar’ quiero decir lo siguiente: La caseta que está allí ubicada sigue prestando un servicio a la comunidad, pues funciona como paradero de Metrolínea.

La caseta no está invadida ni se la ha quedado nadie, es de conocimiento popular que este sitio lo han venido usando las personas que honradamente han prestado el servicio de vigilancia y seguridad en el barrio durante varios años.

Allí ellos guardan sus pertenencias, los utensilios propios de su trabajo y por supuesto, ahí calientan sus alimentos como se hace en cualquier sitio donde hay celadores.

Como lo informa la persona que escribió el artículo, esta caseta se construyó en 1970 y desde entonces nunca ha sido reparada, ni se le ha hecho mantenimiento.

Las basuras y los restos de comida no son de proporciones descomunales, así que no hay peligro de problemas de salubridad pública. Ellos sacan su bolsa de basura diariamente, pues el carro de recolección pasa por allí todos los días.

En lugar de solicitar y exigir a entes que de pronto no tienen nada que ver con este asunto, creo que lo más sano y como expresión real de pertenencia es ir, mirar, inspeccionar y lo más importante hacer los arreglos a la caseta, ampliarla, hacerle sanitario para que los celadores no tengan que pedir este servicio en las casas, remodelarla para que siga cumpliendo con su función de paradero y que estéticamente se vea bien, que armonice con las zonas verdes que tiene el barrio.

Se debe crear un sitio óptimo de trabajo para las personas que están allí prestando un servicio 24 horas.

Somos nosotros la comunidad los que debemos ejecutar estos cambios, apoyados en la asesoría de los entes que correspondan, sin jugar o poner en peligro el sustento de las familias de los señores celadores.

¿No le correspondería este asunto directamente a la Junta de Acción Comunal? ¿No es este ‘ente’ el encargado de organizar y solucionar los asuntos del barrio? ¿Cuándo irán a hacer una asamblea, una rendición de cuentas? ¿Cuándo empezarán un proceso de formación de comunidad?

Casi tres años después y aún no conocemos a los dignatarios de la Junta, ni a sus delegados, ni a los coordinadores de los comités de trabajo, ni el trabajo que estos vienen desarrollando en el barrio. Es el momento de actuar, de solucionar, de mejorar ¿Cuándo será la reunión? ¿Cuándo empezamos a arreglar la caseta?