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Columnistas

Ciudadanía sin opción

GENTE DE CABECERA

Santiago Gómez

Santiago Gómez- Décano Comunicación Social y Artes Audiovisuales Unab

Bucaramanga está condenada. Esta campaña es el agregado de muchos lugares comunes, ideas generales, propuestas obvias y no siempre fácilmente ejecutables en una ciudad tan endeudada como la nuestra. En ese sentido, es importante que los electores entiendan que la principal variable que debe definir su intención de voto no es lo que propongan los candidatos, sino lo que han hecho antes de postularse. Proponer matrimonio, cualquiera; ser un esposo ejemplar, muy pocos. El discurso aguanta todo, el futuro es incierto, pero las acciones pasadas son inmodificables.

La propuesta de Hernández se agota en la lucha anticorrupción. La solución a todos los males es dejar de robar. Es como cuando algunos contratan empleada doméstica: mientras que no robe, así haga mal la limpieza. Pero también ha reconocido con inocencia que no se las sabe todas y que hay temas en los que, como el alto consumo de sustancias psicoactivas de los jóvenes bumangueses, no se le ocurre nada para hacer. Y para cerrar con broche de oro, la semana pasada dijo que se comprometía a hacerse “el pingo” con mototaxistas y piratas y a no mandarles la policía, si cumplían las normas de tránsito. Altamente contradictorio.

Muñoz, más mediático, con un discurso centrado en la crítica al actual alcalde y su afinidad con Ibáñez, ni ha explicado la suya con el actual gobernador, ni se le ha preguntado sobre algunas de sus polémicas decisiones cuando era vicerrector de la UIS.

Alvernia no ha logrado demostrar que está capacitado y tiene la experiencia para hacerse cargo de la ciudad. Aprendió que Jiménez de Quesada no había fundado la ciudad, pero dijo en repetidas ocasiones la palabra “accidentabilidad” en un evento público hace unas semanas.

Por su parte, Ibáñez, exalcalde cuestionado por la pérdida de 1.270 millones de pesos en el Invisbú, no da la cara en los debates por recomendación de sus asesores políticos.

Bucaramanga está condenada y me temo que es nuestra culpa.