Menú de categorías

Nuestra Gente, Portada

Un trabajo “de mujer a mujer”

Claudia Mercedes Amaya (SenosAma) y Gina Pineda Garzón (Observatorio Ciudadano de Feminicidio).-Fotos: Miguel Vergel y Jaime del Río/ GENTE DE CABECERA.

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Claudia Mercedes Amaya Ayala, fundadora de la fundación SenosAma, y Gina Pineda Garzón, creadora del Observatorio Ciudadano de Femicidio de Santander, compartieron con la revista Gente de Cabecera un poco de su trabajo en estas iniciativas que aportan a la salud y la justicia de la mujer, respectivamente, buscando poner en alto los derechos femeninos.

Claudia Mercedes Amaya Ayala

Uno de los objetivos más grandes de Claudia Mercedes Amaya, es la búsqueda de la aprobación de la Ley 259 de 2019 o Ley “No todo es color de Rosa”, que busca el mejoramiento de la condiciones de acceso a tratamientos de cáncer de mama. – Miguel Vergel / GENTE DE CABECERA

Conversar con  es sumergirse en un mundo de anécdotas en el que la vocación de ayudar a las mujeres siempre ha sido la protagonista.

Esta médico, egresada de la Universidad Industrial de Santander, UIS, es una de las caras más visibles de la lucha contra una de las patologías que más afecta a las mujeres, no sólo en Santander sino en todo el país, el cáncer de mama.

Aunque dentro de sus logros profesionales se destacan importantes cargos como médico y administrativa, uno de los mayores retos que ha enfrentado ha sido el de ser Secretaria de Salud de Bucaramanga en el año 2012. Un trabajo que sin llegar a pensarlo, se convirtió en uno de sus primeros pasos en esta incansable lucha por la salud y el bienestar de la mujer santandereana.

Durante su gestión concentró esfuerzos en capacitar a la población general sobre los factores de riesgo de cáncer de mama y promover el autoexamen mensual de mama, el examen clínico de mama anual en mujeres mayores de 40 años y la mamografía en mujeres mayores de 50 años cada dos años o antes dependiendo de la situación clínica.

Adicionalmente, desarrolló la que tal vez es una de sus iniciativas más recordada, la puesta en marcha de los “Consultorios Rosados”, que consistió en la adecuación de espacios agradables dentro de los centros de salud que invitaran a la mujer a permitir su valoración con el fin de detectar la enfermedad a tiempo. Una iniciativa que fue replicada por un laboratorio farmacéutico en el ámbito nacional.

Unos años más tarde se convirtió en la Secretaría de Salud de Santander, en donde continuó su labor a favor de la lucha contra el cáncer en todo el departamento. Uno de sus grandes proyectos fue el de llevar por todo Santander un Consultorio Rosado móvil para realizar examen clínico de mama.

«A todas las mujeres les digo que ante cualquier adversidad deberían buscar una organización o grupo de apoyo que las acompañe. Uno no debería estar aislado en este tipo de casos, siempre habrá alguien que ya haya pasado por lo mismo y que esté dispuesto a ayudar»

¿Cambio de roles?

A finales de 2016, Claudia Mercedes decide dejar la Secretaría de Salud departamental y dedicarse a estudiar. Sin embargo, una noticia inesperada le hizo cambiar de planes, pues en abril de 2017 es diagnosticada con cáncer de mama, la misma patología por la cual había estado luchando tan sólo unos meses atrás.

“Nunca me pregunté por qué me estaba pasando a mí. Lo asumí con calma porque gracias a Dios fui diagnosticada a tiempo y tuve un tratamiento oportuno y el fuerte apoyo de mi familia”, señaló.

Su fortaleza la hizo salir un paso adelante a su enfermedad, tanto así que ella misma decidió cortarse su cabello, antes que los tratamientos hicieran que este desapareciera poco a poco. Esa misma pujanza para despojarse de un elemento clave de la vanidad de la mujer, la hizo vencer la enfermedad y entendió que su trabajo debía continuar.

Fue así como en octubre de 2017 nace SenosAma, su fundación, en la que atiende a todas las mujeres que como ella se enfrentan al cáncer de mama, de útero o de ovario, y les brinda un acompañamiento integral.

“Entendí que muchas mujeres tienen que pasar por este proceso solas, pues estar en los zapatos de ellas me permitió conectar con sus necesidades y aunque no todo es color de rosa, acá estamos para intentar hacerles más fácil este proceso”, agregó la fundadora de SenosAma.

Allí las mujeres no sólo encuentran asesoría médica, sino que además tienen el apoyo durante su tratamiento, actividades lúdicas que les permiten ponerle la mejor cara a su enfermedad y hasta asesoría jurídica de ser necesaria.

Finalmente, SenosAma tiene como proyecto bandera la aprobación del proyecto de ley número 259 de 2019, con el cual busca modificar el Plan Obligatorio de Salud para mejorar las condiciones de acceso a tratamientos de esta patología.

Lea también: Mujeres líderes que trabajan por su comunidad

Gina Pineda Garzón

El rastreo de los casos de feminicidio en Santander es para Gina una forma de crear memoria en honor a las víctimas. Del mismo modo, es la manera de hacerle seguimiento a la aplicación correcta de la justicia según parámetros internacionales. – Jaime del Río / GENTE DE CABECERA

Luchar por los derechos de las mujeres víctimas de feminicidio y los de sus familiares, se convirtió en una prioridad para Gina Pineda Garzón.

Una mujer que tuvo que vivir en carne propia la tristeza de perder a su hermana, la periodista y abogada Mónica Rocha Garzón a causa de un feminicidio, así como la impotencia de ver la inoperancia del sistema penal colombiano en su reclamo de justicia por lo que le sucedió a ella.

Estas razones fueron suficiente fuente de motivación para crear el Observatorio Ciudadano de Femicidio de Santander, una iniciativa voluntaria con la cual busca no sólo identificar los casos de mujeres víctimas de este flagelo, sino además caracterizar sus casos, identificar las causas de los crímenes y velar porque se haga justicia como una forma de memoria y de reivindicación de sus derechos y el de sus familias.

“Aunque había estado trabajando por el tema antes de la muerte de mi hermana, vi la necesidad de crear este observatorio ante la ausencia de un sistema de documentación de feminicidios que determine las causas y de esa manera permita a las autoridades seguir una hoja de ruta correcta en la atención de los casos, teniendo en cuenta que Santander registra un alto número de casos”, explicó Gina.

Un trabajo que se ha enfocado en buscar los casos más remotos en el departamento de Santander para su visibilización y sobre todo evitar que sean juzgados de manera incorrecta.

“Muchos de los casos que ocurren en municipios o zonas rurales alejadas no se conocen y son juzgados de forma incorrecta. Por eso, es una tarea ardua buscar esos casos y caracterizarlos, y en el caso necesario también ofrecerle ayuda a su famila en la búsqueda de justicia”, agregó.

Con esta labor, que alterna con otras de docente e investigadora universitaria, Gina quiere evidenciar a través de los casos ocurridos de feminicidio la ausencia de políticas integrales para su identificación y atención y de esta manera aportar a la no repetición.

“Es una tarea que no sólo se hace en honor a estas mujeres, sino que además pretende que estos delitos sean juzgados como son, que se identifiquen todas las causales de los feminicidios y que le permita a la sociedad entender que se pueden caracterizar plenamente y de esa manera evitar que el delito siga replicándose”, comentó.

Su trabajo también ha sido referente en todo el país, pues a través de la información recolectada construye redes de información nacionales que han permitido alegar por la implementación de mejores metodologías de imputación de cargos de feminicidio y seguir luchando por la búsqueda de la creación de una política pública integral ante este delito.

«Es una lucha que surge por la justicia que no ha llegado en el caso de mi hermana, por la historia de más familias que también pasan lo mismo, por el respeto y la memoria de esas mujeres violentadas y por la búsqueda de la no repetición de este delito».

Apoyo a las familias

Otro de los grandes aportes de Gina tiene que ver con la orientación que le ofrece a los familiares de las víctimas de feminicidio.

“Muchos de ellos no saben cómo actuar ante estos casos, la justicia tiende a excluirlos de los procesos y los culpables terminan siendo juzgados de manera equivocada. Entonces acá a través de derechos de petición o tutelas buscamos que ellos estén enterados y puedan exigir procesos de investigación rigurosos que permitan calificar los crímenes como feminicidios”, manifestó Gina.

Adicionalmente, ayuda en la gestión de abogados para los casos en los que sea necesario, teniendo en cuenta la falta de recursos de las familias menos favorecidas. Esta y las demás labores que Gina hace son voluntarias y como un homenaje a su hermana y las demás mujeres que como ella perdieron la vida por razones de género.

Es por eso que su mayor intención es conseguir que la justicia y el gobierno en general pongan mayor atención en el tema del feminicidio, para que se aplique correctamente la justicia, se evite la impunidad y de esa manera se reduzca considerablemente este delito.