Aunque le parezca curioso, no sólo los adultos cuentan con lugares acondicionados para ejercitarse. Los niños también tienen gimnasios infantiles. En ellos no encontrarán máquinas para ejercitar los músculos como ocurre en los gimnasios de adultos, pero sí una rutina de ejercicios para que los pequeños aprendan a ejercitarse jugando.

¿A qué edad puede ir mi hijo al gimnasio?

Desde el primer mes de vida. Según explicó la fisioterapeuta astrid lópez, del gimnasio my little Gym, a partir de esta edad los bebés pueden asistir con sus padres a los centros de acondicionamiento para realizar ejercicios encaminados a los reflejos mediante masajes y ejercicios con rodillos que mejoren su desarrollo psicomotriz. la fisioterapeuta explicó que incluso desde el vientre, cuando la madre realiza ejercicios de gimnasia le está ayudando a su futuro hijo a mejorar su desarrollo psicológico. Para los niños de 3 a 8 años el entrenamiento debe ser más didáctico.

Beneficios

Recomendaciones de una experta

Kelly Andrea Cadena Raguá, profesional en cultura física, deporte y recreación de la Universidad Santo Tomás, explica que para un mejor desarrollo de los niños se deben realizar algunos ejercicios según las edades. De los 3 a los 5 años Se recomienda el trabajo de motricidad gruesa que hace que el niño se desarrolle mejor. Ejercicios como trepar, rodar, saltar, hacen parte de la gimnasia básica. Desde casa usando una colchoneta puede empezar dedicando media hora de su tiempo para que realice ejercicios como el popular “rollito”, bote carnero hacia adelante y hacia atrás. Asimismo, es importante que aprendan a desplazarse por zonas inclinadas.

Ya que a esta edad su cuerpo es más fuerte, pueden empezar con ejercicios como pararse de manos o realizar juegos de carretilla. Estos ejercicios son fáciles y el incentivo de estos les permitirá que cuando quieren practicar algún deporte ya gocen de condiciones musculares desarrolladas, así como habilidades motrices gruesas.

Es importante que usted entienda que los niños aprenden jugando y que es necesario que cada padre debe ser parte de ese juego.

Cambie de mentalidad

• Su hijo no adquirirá ese amor por el deporte si usted le impone la disciplina a seguir. Si usted es de los padres de familia que lo cambia constantemente de una escuela a otra, de la natación al golf, o al tenis, debe darle prioridad al niño para que decida qué le gusta.

• ¿Es usted de los padres de familia que considera que el ejercicio que reciben sus hijos en sus clases de Educación Física en el colegio es suficiente?

• No crea que el ejercicio a temprana edad frena el crecimiento de su hijo. Esto ocurre sólo con los ejercicios con pesas.

• No tenga miedo de que su hija encuentre a temprana edad ese gusto por el gimnasio. Aunque es preocupante ver cómo algunas niñas a sus ocho años ya hablan de dietas, venza ese miedo a la anorexia. Al contrario, el ejercicio le ayudará a amar el deporte y a alimentarse sanamente.