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En estas calles

Con peros, pero se puede caminar

A las 5:15 de la mañana arriban los primeros caminantes al parque san Pío. Unos lo hacen acompañados de sus mascotas, otros con un par de audífonos y otra minoría con el ‘radiecito’ en la mano. lo hacen con el cuidado de no tropezar con las líneas amarillas que bordean las zonas verdes del parque. “están renovando la grama, hay que cuidar esos trabajos, pero a veces es perdido porque no falta el que se pasa para hacer sus ejercicios en el pasto”, dijo elisa de Hurtado, mientras hacía estiramiento antes de empezar su jornada diaria de caminata, de 45 minutos.
A las 5:35, cuando ya poco queda de oscuridad, aumenta el número de deportistas, la mayoría personas adultas. es el panorama que a diario se vive en el parque san Pío, utilizado por vecinos de Cabecera para hacer deporte. lo hacen en medio de algunas incomodidades por los trabajos de renovación de gramilla y las basuras que afean los corredores del sitio.“De nada sirve que pongan canecas porque la gente lo tira todo al piso y a las bancas. Una vez le dije a un señor que se estaba tomando un tinto que no botara el vaso al suelo y lo que me gané fue que me lo tirara en la cara”, dijo un ciudadano quien visita el parque tres veces a la semana. a este problema se suma el mal estado de las bancas, que según algunas personas, son destruidas por jóvenes que practican patineta y que arrancan las tabletas para hacer sus trampolines.

Y ni qué decir de quienes aprovechan para sacar a pasear sus mascotas y no cumplen con la norma de recoger sus excrementos. a pesar de estos inconvenientes, la seguridad es un punto a favor. los caminantes se sienten más seguros desde que un par de policías bachilleres vigilan la zona, además de los recorridos en moto que hacen los uniformados del Cai san Pío. El nombre real aunque se le conoce como san Pío por el sector en donde está ubicado y por la parroquia construida sobre la carrera 36, el nombre real es ‘Guillermo sorzano González’, en honor a un ex alcalde y médico santandereano. el parque fue inaugurado oficialmente el 20 de julio de 1964 y en 1969 David Puyana, mediante escritura pública, donó al Municipio los terrenos. Otro ambiente natural el  parque la Flora es otro espacio propicio para el deporte en la zona.

Rodeado de flores, árboles frondosos y corredores libres de basuras y todo tipo de contaminación, este parque se ha convertido en otro de los más visitados por los caminantes. “Me gusta venir porque se siente mucha paz, porque es el lugar perfecto para caminar, para encontrarse con uno mismo, para sentir tranquilidad. no he encontrado otro parque igual a este. es muy fresco y seguro”, dijo Francisco Correa, uno de los adultos mayores que acude todos los días al parque ecológico la Flora para ejercitar su cuerpo.

Sandra argüello, quien tiene su rutina de ejercicios de lunes a sábado, dice que tiene muchas ventajas visitar este sitio. “Tiene parqueadero, cafetería propia o al frente se consigue jugo de naranja, hay escaleras para hacer otro tipo de ejercicio y está abierto todo el día”, expresó la joven de 27 años. la caminante quien no tiene horario fijo para visitar el parque, agregó que los días en que más se ve gente son entre martes y jueves, y en horas de la mañana entre 5:30 y 8:00 de la mañana. Como todo sitio de recreación, para entrar a la Flora es necesario no hacerlo con triciclos, patinetas, bicicletas, patines y balones, además, está prohibido el ingreso de mascotas como perros y gatos. sin duda alguna, este es uno de los parques propicios para iniciar el día, libre de pereza y recargado de buenas energías.

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