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Los títeres se tomaron la misa de 10 a.m. del Divino Niño

El sacerdote Harvey Lizarazo, una religiosa, seminaristas, catequistas e integrantes del grupo juvenil hacen los libretos de títeres de cada domingo. (Fotos Nelson Díaz).

Lo que en un principio era solo una dramatización, se fue poco a poco convirtiendo en un verdadero escenario teatral.

Se trata de las homilías de la Eucaristía de 10 a. m. de la parroquia Divino Niño. Son un verdadero ‘hit’.

El éxito de participación activa en esta misa se debe a la idea que hace 3 años tuvo el padre Harvey Nayib Lizarazo, quien labora pastoralmente en la comunidad de Conucos.

“Empezó con dramatizaciones y luego se pasó a los títeres, todo para que los niños entiendan el mensaje del evangelio y esta explicación sea de una manera más creativa y divertida”, explicó Diego Gerlein Luque Hernández, seminarista quien desde febrero de este año realiza su año pastoral en esta parroquia.

Entonces, junto a un grupo de catequistas y colaboradores empezaron por crear los personajes que, mediante diálogos, recrearían las historias evangélicas.

Un lobo, una rana llamada Renato, la lagartija Larguilucho, el tigre Aurelio, la oveja Copito y la vaca Lola son los protagonistas de las obras, muñecos elaborados por catequistas y feligreses que los han donado a la parroquia.

Estas tienen una duración entre 15 y 20 minutos, dependiendo del día litúrgico, es decir, si hay bautizos o matrimonios es más corto y si es un domingo ordinario es más extenso.

“Los temas son basados en el evangelio dominical y los libretos los trabajamos durante la semana, vía internet y telefónica y cuando llega el domingo llegamos desde las 8 a. m. para preparar lo que falta. Básicamente somos seis personas las que hacemos esto”, explicó el seminarista.

Aunque nunca pueden ver la cara de los niños mientras están en escena, sienten la energía y felicidad que transmiten al entender el mensaje de Dios mediante las voces de los títeres.

“Sabemos que salen niños de todas partes del templo para sentarse adelante, frente al altar y escuchar la explicación. Es interactivo, el sacerdote les pregunta cosas a los niños y a los títeres y ellos responden. Se nota que se sienten alegres y que hay acogida en la parroquia, sobre todo de los padres de familia que se animan a llevar a sus hijos a esta misa”, concluyó Diego Luque.

El escenario es monta-do frente al altar, a donde acuden los niños para observar la obra con más precisión y claridad. (Foto suministrada)

Muchos de los títeres fueron donados por asistentes a la parroquia. (Foto suministrada)

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