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Columnistas

El bumangués y la cultura del residuo

GENTE DE CABECERA

GENTE DE CABECERA

Gilberto Camargo Amorocho – Arquitecto Esp. en Educación Ambiental

“El que limpia no está, el que está no es el que limpia; como usted no limpia, deje las cosas limpias como están”.

Esta frase la traigo a valor presente a raíz de ser testigo y evaluar 3 comportamientos recientes de la nueva generación de bumangueses y su actitud cuando de hacer cultura ambiental sobre disposición final de residuos se trata. Escenarios: teatros de cine, parques de la Feria de Bucaramanga y carrera maratón por la ciudad. Calificación: 1 sobre 5.

No tenemos valor moral para exigir que una administración cumpla con sus obligaciones ambientales si yo como ciudadano no me meto en el cuento, no tengo sentido de pertenencia o no quiero a la ciudad. La ciudad somos todos.

Acá todos nos rajamos, ciudadanos, autoridades, en especial las ambientales y educativas. Invito a los duros en el tema a reunirnos y evaluar qué está pasando en la ciudad, por qué tanta inversión en Educación Ambiental, en mitigar impactos y no se ve una buena huella ecológica; según el alcalde, somos ‘Ciudad Sostenible’. Los eruditos hablan de que antes está la ‘Ciudad del Saber’.

Es importante en esa reunión tratar asuntos concretos: indicadores sobre conocer Bucaramanga, dónde nace el agua que nos abastece, a dónde van a parar las aguas residuales, cuál es la frontera urbana-rural que persiguen los POT, aplicación del marco legal sobre sanciones, el reuso de bolsas en los supermercados, crear el laboratorio ambiental en las instituciones educativas donde la practica convenza al alumno de su labor de citadino multiplicador.

Por parte de la autoridad convencerse de que ya no hay tiempo: Es una obligación imponer modelos de desarrollo urbano y crecimiento con planificación adecuada, los actuales han vuelto nuestras actividades cada vez más agresivas con el medio ambiente. Los sabios dicen: “Buscamos urbes que recuperen y potencien su vida propia, y por tanto la de sus habitantes, mientras favorece la regeneración y el respeto de su entorno natural, así como la cohesión social, la educación para la paz y la integración cultural”.