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Punto de Vista

¿Le aporta a la inclusión?

Paola Bernal

En su cuenta de Twitter, el futbolista argentino Walter Montillo, escribía textualmente: “Nunca pensé que en mi propio país iba a ser tan difícil anotar a mi hijo en una escuela. Tengo un hijo con síndrome de down, no una bomba nuclear. Es de no creer, hay vacantes hasta que les informamos “tiene down”, ah, no hay vacantes. Muy triste”.

Ese mismo dolor se plantea en la película ‘Extraordinario’, en la que el pequeño Jacob Tremblay, con una deformidad cráneo-facial ha sido educado por la madre en casa, para protegerlo de esa mirada exterior que hace tanto daño. Miedo a la sociedad que señala, a los niños crueles por falta de bases que los hagan asertivos, de adultos indiferentes y de gobiernos que no están verdaderamente comprometidos con la salud.

Si entendiéramos que las personas con discapacidad también nos enseñan, y mucho, trabajaríamos a diario por hacerlas parte de nuestra vida cotidiana, brindándoles los derechos que merecen. ¿Por qué dos mundos tan ajenos, tan separados? ¿Cuántas empresas involucran actualmente población en discapacidad en sus nóminas? ¿En qué porcentaje? La inclusión no está ligada a la lástima sino al respeto y al derecho que tiene todo ser humano a que le sean respetadas sus garantías de vida. Y ahora está el debate sobre las donaciones de Teletón. ¿Cree usted que es necesario despertar la sensibilidad a costa de historias fuertes e íntimas? ¿El ser humano solo se deja tocar su corazón así? Revisemos cuál es nuestra contribución diaria con la discapacidad, si el país brinda condiciones reales de infraestructura, educación, trabajo, salud ocupacional, para que los procesos sean significativos en las personas con alguna limitación. Ese es el trasfondo.

Editora Gente de Cabecera ([email protected])