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¿Qué pasa?

‘Las consecuencias no son responsabilidad de la Unab’: Rector sobre cambios viales

La Unab financió la instalación de reductores de velocidad y señalización en la avenida 42. – Archivo / GENTE DE CABECERA

Ante las múltiples versiones y opiniones generadas a raíz de los cambios viales realizados en El Jardín, Alberto Montoya Puyana, Rector de la Unab, emitió en días recientes un comunicado aclaratorio sobre la participación de la Institución en dichos cambios.

Una de las primeras precisiones que se hace en el documento es que la Unab, ante la persistente problemática de accidentes, inmovilidad y caos en la avenida 42 y la intersección de la calle 46, acudió por iniciativa propia a la Dirección de Tránsito, DTB.

“El director de Tránsito de ese entonces, Miller Salas Rondón, atendió la solicitud recomendando la realización de un estudio de tráfico «en el marco vial comprendido por la Avenida 42 y las carreras 40 entre las calles 46 y 51», con el fin de encontrar alternativas de movilidad para la zona de influencia”.

Sin embargo, ante el argumento de la DTB de no contar con los recursos, la Unab “decidió contratar un Estudio de Tránsito y Movilidad con el consultor Giovanni Enrique Melo Zapata, ingeniero especialista en Ingeniería de Tránsito y Transporte”, el cual fue entregado en mayo de 2016 y tuvo un costo de $5 millones.

“El estudio en mención, que contiene descripción de «la oferta de la infraestructura y sus proyecciones» y resultados de la aplicación de un software de microsimulación en el que «se analizan los escenarios posibles del tránsito del sector para los próximos 10 años en los ámbitos de tiempo y velocidad», arrojó una serie de recomendaciones y conclusiones.

Las principales: cambiar el sentido de circulación en la Avenida 42 entre la carrera 40 y la calle 46, sentido Cabecera – Pan de Azúcar, en un solo sentido; e implementar un circuito o par vial, es decir una sola vía, en las carreras 39 y 40.

“La UNAB entregó el estudio a la DTB. Esta entidad, a su vez, argumentó que para realizar los cambios era necesario acometer una serie de obras”, como reductores de velocidad e instalación de señales de tránsito.

Por esto, la Universidad financió la construcción de reductores en concreto así como la instalación y arreglo de señales, por un valor total de $102’401.215.

“La intervención de la Unab llegó hasta la entrega de las obras e instalación de las señales. De ahí en adelante, en una clara competencia de la DTB, esta entidad hizo la implementación parcial de los cambios y las consecuencias derivadas de dicha decisión no son responsabilidad de la Universidad”, precisó Montoya Puyana.

Finalmente, hizo un llamado a los habitantes de la Comuna 12, al alcalde Rodolfo Hernández, y al director de Tránsito Germán Torres Prieto, “a que actúen en consecuencia con las alternativas recomendadas en el estudio técnico, que permitan aplicar de manera exacta los cambios viales, en un periodo de prueba que resulte satisfactorio, de manera que las decisiones sobre la regulación del tránsito no se sigan tomando a partir de presiones políticas, campañas de desprestigio o falta de criterio ciudadano para entender que el desarrollo de una población implica ceder a las posiciones extremas”.

 

En espera de documentación

Tras reuniones sostenidas entre los residentes del sector y la DTB, representantes de la comunidad recibieron copia y están analizando el ‘Estudio de tránsito y movilidad’ (que consta de 27 páginas) con el fin de concertar una nueva reunión con Germán Torres, Director de Tránsito, quien solicitó “argumentos técnicos” para reversar los cambios realizados.

Milena Manosalva, edil de la Comuna 12, manifestó que también se encuentran en espera de conocer las hojas de vida del grupo encargado de realizar dicho estudio, para lo cual ya realizó solicitud formal a la autoridad vial.